La decisión del Gobierno  de cerrar las exportaciones de maíz provocó movimientos en el tablero político de la agroindustria nacional. Por el lado del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), si bien se mostró crítico ante esta medida, mantiene vigente su agenda de reuniones con el equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán. En paralelo, la Mesa de Enlace anunció un paro por tres días, pero con la ausencia de Coninagro, situación que dejó en evidencia las diferencias que existen en el gremialismo rural.

Según  confirmaron a BAE Negocios fuentes del sector agroindustrial, se mantuvieron reuniones para analizar las producciones de trigo y maíz y en los últimos días se presentó una idea para constituir un Fondo Anticiclico Alimentario Nacional, similar al utilizado por Chile, que toma fondos provenientes del cobre y lo destinan a la lucha contra el Covid-19. 

En este caso, el punto de partida de este fondo es aprovechar parte de los muy buenos precios internacionales de los granos, que según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), revalorizó la cosecha de la campaña 2020/21 en USD9.000 millones. Según las primeras estimaciones, los fondos para esta iniciativa, que busca sostener el precio de los alimentos, serán de USD800 millones, cifra que puede variar de acuerdo a la evolución de los precios de los commodities en Chicago.

Tras el cierre de las exportaciones de maíz anunciado por el Gobierno nacional,  la agroindustria dejó en claro su postura contraria a esta decisión, pero sin perder la intención de continuar el diálogo con la Casa Rosada. “Asumimos que existe tensión, pero sabemos que hay alternativas”, señalaron.

La Mesa de Enlace, al igual que en marzo del año pasado, exhibe algunos problemas al momento de cerrar filas al momento de convocar a una medida de fuerza. En 2020, en el marco del reclamo de los ruralistas, Federación Agraria Argentina (FAA) no adhirió a la medida, bajo el argumento de estar a favor de la segmentación de los derechos de exportación, idea que rechazada de plano por el resto de las entidades.

En esta ocasión, Coninagro sostuvo que el conflicto no es la medida adecuada para hacer visibles los reclamos al Gobierno. Otro factor que habría pesado en esta decisión de los cooperativistas de no sumarse al lock out es la eliminación de retenciones a las economías regionales, anunciada el último día de 2020 por parte de la cartera agropecuaria nacional.