El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dispuso una nueva medida para flexibilizar la importación de vacunas contra la aftosa, complementaria de otras resoluciones dadas a conocer este año, con el objetivo de impulsar un ahorro en la provisión del material que redundará en una mejora de USD 100 millones anuales para el conjunto de los productores ganaderos.

La medida se concretó a través de las resoluciones 749/2025 y 750/2025, ambas publicadas hoy en el Boletín Oficial, por las que se modifican aspectos de la resolución 609/2017, en la que se fijaron los requisitos para la habilitación de establecimientos elaboradores de antígenos y vacunas contra la Fiebre Aftosa, así como las normas de bioseguridad y requisitos para el registro, la producción y el control de calidad de las vacunas.

Como único fundamento especificado en los considerandos de la resolución, Senasa señala que los cambios se implementaron “siguiendo los lineamientos dispuestos por el Estado Nacional a fin de promover el desarrollo de las cadenas productivas y el fomento del libre comercio, y asegurar la libre competencia”.

 

Entramado de regulaciones

 

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, destacó la medida del organismo y atribuyó la permanencia de las restricciones a la importación de vacunas al “sistema de castas”.

Al respecto, sostuvo que ese sistema “se construye con un complejo entramado de regulaciones redundantes cosa que, si cae una, el beneficiario del sistema se puede agarrar de otra para mantener sus privilegios”. 

El funcionario aseguró que “la necesidad del cambio era imperiosa porque al arranque del proceso el más importante proveedor local vendía la vacuna en Argentina a 4 veces lo que la cobraba en Paraguay”, aunque admitió que “afortunadamente desde ese arranque los precios han convergido sustancialmente”.

 

Un ahorro de USD 100 millones

 

“Para darnos una idea de lo que estamos hablando, los ahorros para los productores si pudiéramos acomodar la oferta local a los valores de Paraguay, sería de unos 100 millones de dólares anuales”, indicó, para agregar que ese monto “como consumidores sería lo que ahorraríamos anualmente en el costo de la carne”, de lo que podría desprenderse la posibilidad de una baja en sus precios de venta al público, si bien su participación en el valor final no es considerable.

Sturzenegger estimó en base a “números muy groseros” que “desde 2001 a esta parte y llevando todo a dinero de hoy estamos hablando de un exceso de pago de todos los argentinos de 4.000 millones de dólares”.

El ministro ponderó el rol de la titular del Senasa, Beatriz “Pilu” Giraudo, en “ir eliminando estas redundancias que nos impedían avanzar en abrir el mercado”, advirtiendo que en el Gobierno seguirán atentos por si “aparecen nuevos obstáculos”.

 

“El reclamo de las bases”

 

En miras a las elecciones del 26 de octubre, el ministro puso de relieve la “convicción, liderazgo y perseverancia" del presidente Javier Milei, y señaló al respecto que el “privilegio” de las restricciones a la importación de vacunas “está vigente desde el año 2001”, pero se preguntó si desde entonces “alguien se preocupó por el asunto”.

“Porque cuando uno habla con productores individuales no hay uno que no puteara por este tema. Y cuando digo que no hay uno es que realmente no hay uno”, enfatizó.

En ese marco, destacó que “tuvo que llegar Milei para escuchar el reclamo de las bases”.