En el marco del control de precios que el Gobierno nacional busca implementar en el sector de s alimentos, desde el oficialismo analizan la posibilidad de regular los precios de frutas y verduras con un mecanismo similar al implementado en carnes vacunas. En contrapartida,  desde el sector privado, sostienen que para controlar los precios de estos alimentos, se debe incentivar la producción.

En declaraciones radiales, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, reconoció que “la comercialización de frutas y verduras también ha tenido aumentos importantes, la inflación de 2020 mostró una reducción importante respecto al año anterior, pero en alimentos se ve una disparidad importante”.

En la Casa Rosada preocupa el incremento de precios en los alimentos de la canasta básica y en este sentido apuntan a cuidar el bolsillo de los consumidores. En este punto, el ministro Kulfas destacó que “este año lo que queremos es trabajar en el cuidado de la góndola, pero evitar que se repita este aumento en los productos frescos". Con respecto a frutas y verduras, el funcionario destacó  que es un “mercado distinto al de la carne, en tanto muestra atomización; es un esquema más complejo, pero también estamos trabajando en función de generar un mecanismo similar que le de más certidumbre a los precios".

En diálogo con BAE Negocios, Miguel Angel Giacinti, consultor especialista en el sector frutihortícola, señaló que el sector ganadero, a diferencia de las frutas y verduras, cuenta con una escala más grande y al regular precios –como el caso de los cortes a valores populares- no genera un impacto significativo.

“El aumento de precios llega por un déficit en la oferta, con una cadena deteriorada con dificultades en el mercado interno y la exportación”, advirtió. Ante este panorama, señaló que una alternativa posible para que el Estado resuelva el problema de los precios elevados es a través de un fuerte estímulo a la producción.

En un trabajo elaborado a finales del año pasado por la Asociación Argentina de Economía Agraria, en donde Giacinti participó junto a otros especialistas, se estableció un diagnóstico de los niveles de consumo de frutas y verduras, en caída frente a una menor oferta, y proponen alternativas para su reactivación.

En frutas, el informe releva que en en un período de ocho años, el consumo en Argentina pasó de 51,2 kilos anuales en 2011 a 47 kilos en 2019. En este sentido, estimaron que la menor la oferta de fruta nacional en el consumo doméstico, se presenta en paralelo con una disminución en la exportación de frutas en fresco, a causa de una merma en la producción.

Una alternativa planteada por la entidad es implementar el acceso a créditos, que permitan aumentar los volúmenes de producción. En una sintonía más fina, proponen un incremento de la rentabilidad a partir de incorporar tecnología y pautas de manejo, que permitan ganar eficiencia.