La semana pasada se supo que Disney había dispuesto que, en Estados Unidos y una serie importante de territorios donde ya ha lanzado su plataforma online Disney+, su megatanque Mulan -que debería de haberse estrenado globalmente entre marzo y abril- será estrenado en su SVOD con un pago "aparte" de casi 30 dólares. Esto se debe a la urgencia con la que la empresa necesita amortizar la enorme inversión que hizo en sus títulos de mayor peso. Pero ayer tuvo además una noticia que podría equilibrar un poco la "tristeza" (por llamarla de algún modo) de que Mulan no vaya a los cines en su país de origen: China aprobó su estreno en salas "pronto".

La situación es la siguiente: el 4 de septiembre, Mulan va a estrenarse en Malasia y Tailandia, lo que por otro lado es un (pequeño) problema porque se superpone con Tenet, la película de Christopher Nolan, otro tanque, que sí va a tener lanzamiento en salas (en la medida de lo posible). Recordemos: los estudios acuerdan (no es del todo legal, pero es así) estrenos de tal modo que las películas de mayor presupuesto tengan al menos dos semanas sin competencia en las salas, y así recuperar rápidamente el costo. De todos modos, esto es más efectivo en el país de origen. Pero estrenar en China, el segundo -a veces, el primero- de los mercados de exhibición al menos asegura algo de recupero. No tanto como en EE.UU., ya que China restringe mucho el giro de utilidades al exterior. Pero el público es enorme.

Claro que hay un problema adicional: la exhibición cinematográfica perdió más del 20% de las pantallas en lo que va del año. Y es dudoso que el público vaya en masa a los cines. De allí que, por un lado, no hay una fecha exacta para la salida de la película en el Imperio del Medio. Y por otro, nadie arriesga a que este título especialmente diseñado para que Disney hiciera un fuerte desembarco en China con vistas a operar su plataforma on demand sea suficiente para que el público venza el miedo y vaya a las salas. La situación es interesante también porque implica una prueba piloto de gran magnitud para todo el negocio global de las salas cinematográficas, de los eslabones de la cadena audiovisual, por lejos, el más golpeado.

En América latina, por lo demás, aún no se sabe qué pasará. En Argentina no se sabe cuándo reabrirán las salas, por ejemplo, y Disney anunció que su plataforma estará disponible en la región en noviembre, sin fijar fecha para cada territorio discriminadamente.