Cuatro películas de terror en Netflix para algo más que asustarse
Vampiros, posesiones y monstruos sobrenaturales. Les recomendamos cuatro películas cuatro, algunas de ellas reales obras maestras, que van más allá del afán de asustar y son verdaderos hallazgos del cine. Videos.
La Drácula de Francis Ford Coppola es la adaptación más fiel de la novela de Bram Stoker y, al mismo tiempo, la que más la traiciona, porque pone en escena ciertas "páginas arrancadas" (la relación entre el príncipe y Mina Murray) que convierten esta historia en una de amor romántico y desaforado, aventuras y redención final, casi un cuento de hadas con algo de erotismo y mucha sangre. Coppola hace -gracias a Gary Oldman, a Winona Ryder, a Keany Reeves y, caramba, a Anthony Hopkins- propia una historia ajena y pasa del terror (que lo hay) a la alegría festiva del cine. Hermosa, además, en todo sentido. Y sí, encima termina bien.
VampirosJohn Carpenter armó una gran aventura de terror con aires de western: una banda de vampiros descastados en el Oeste americano es perseguida por un grupo de cazadores a las órdenes del Vaticano, comandados por un intrépido James Woods. Es por un lado un filme de terror; por otro, una historia de sacrificio y amistad. Por otro, claro, una película de vaqueros en la mejor tradición de Howard Hawks, donde el profesionalismo y la ética son armas básicas para vencer al mal. La combinación de sangre y adrenalina -y humor negro- es única.
Aunque tiene mucho de terror, especialmente en su última parte, esta es una película de suspenso que encierra un enigma filosófico acerca de la existencia de Dios y del Mal. Una abogada atea (gran trabajo de Laura Linney) tiene que defender del cargo de homicidio a un cura que efectuó un exorcismo sobre una chica que bien podría estar poseída o ser una enferma psiquiátrica. El juicio es apasionante, los argumentos siempre interesantes y la parte "terror", concisa y solo cuando es necesaria, efectiva. Una película casi escondida.
AterradosDe lo mejor del género en los últimos años: un crimen sobrenatural en un barrio de Buenos Aires deriva en una investigación paranormal y en un combate con una entidad maligna. La película de Demián Rugna -que tendrá remake estadounidense, bien merecida- no solo tiene momentos de miedo absoluto, perfectamente realizados, sino que además se cuestiona sobre la naturaleza de lo extraño. El hecho de que sea "en la Argentina" es lo de menos: la fábula es universal y está realizada con absoluta fe en el relato.