Es una pena que no haya tenido éxito esta película sobre un dinosaurio adolescente que debe enfrentar tres cosas: el duelo por la muerte de su padre, el encuentro con una "mascota" (un humano que funciona como un perrito) y un largo viaje de regreso al hogar. Es una pena porque es un western hecho y derecho, con momentos muy bellos y momentos muy emotivos, y una gran presencia de la naturaleza como contrapunto de la historia. Una película quizás rara por la mezcla, pero de un rigor narrativo absoluto.

Por culpa de la pandemia, esta película no fue a los cines sino directamente a la plataforma (aunque finalmente se pudo ver por algunas semanas este año). La historia de unos "sirenos" que viven la aventura de ser "humanos" en la Italia mediterránea de los años cincuenta incluye no poco del neorrealismo, no poco de la commedia all'italiana y no poco del mejor Pixar, ese de mundos fantásticos que chocan con el nuestro. Y, además, una perfecta descripción de la amistad y del amor entre chicos y adolescentes. Muy linda y muy sintética, sin un fotograma de más.

Esta sí fue a cine y padeció la pandemia (se estrenó poco antes del cierre global de los cines). Dos hermanos tienen que buscar un artilugio mágico para revivir por un día a su padre. Es un mundo de elfos, dragones y hechizos en el que se ha perdido la magia, sustituida por la tecnología. Lo que la película logra es bucear en la fantasía tradicional y mostrarnos que aquello que tiene de universal sigue presente. Lo hace con muchísimo humor. En las voces originales, brillan Tom Holland, Chris Pratt y Julia Louis-Dreyfuss. Must.

Aunque la película toma como núcleo las relaciones madre-hija y el momento en el que las chicas dejan de ser niñas -y lo hace a través de un dispositivo fantástico: una chica hija de inmigrantes en Canadá que se convierte en panda rojo-, implica un paso adelante en la forma de contar este tipo de cuentos. No sólo tiene un ritmo que no es frecuente en las películas de la firma (aunque comparte su poética), sino que además no le teme a la desmesura ni al humor desaforado cuando hace falta. La resolución musical es una de las más lindas de todo Pixar. Otra que sólo se pudo ver (salvo excepción) en plataforma.