Jamás llegarán a viejos

Hay muchas imágenes de la Segunda Guerra Mundial, pero es difícil ver de la Primera, mucho más cruel en los campos de batalla. Peter Jackson usó todas las herramientas digitales a su alcance para reconstruir de un modo hiperreal imágenes de esa contienda y el resultado es una joya absoluta. El color, el movimiento, los rostros demuestran lo terrible de aquel conflicto que modeló el mundo moderno. Cuando la tecnología de las imágenes se pone al servicio de la reconstrucción histórica logra milagros.

Joe Strummer, the future is inwritten

El gran Julien Temple, un cineasta que redefinió el cine "pop" y que dejó un testimonio genial del período punk con La gran estafa del rock'n'roll, logró en esta película un retrato completo y rico del líder de The Clash. Es, además, un recorrido por una época de cambios única no sólo en Gran Bretaña. El personaje Strummer es visto como persona y como músico, como rebelde y como poeta perfectamente inscripto en su tiempo. Y Temple logra, observando a otro, una película absolutamente personal. Un perfecto ejemplo de cómo hacer cine contando una mirada sobre lo real.

Notebook on Cities and Clothes

Algo que se dice poco de Wim Wenders (otrora un genio, hoy bastante caído en desgracia) es que siempre fue un gran documentalista. Más allá de Buenavista Social Club (que también está en Prime), resulta perfecta esta Notas..., que por mucho tiempo permaneció fuera de cualquier posibilidad de ser vista (en la Argentina no tuvo estreno comercial). La relación entre la vida en las ciudades y la ropa (y viceversa) es la excusa para mirar el mundo con ojos casi extraterrestres y descubrir cosas todo el tiempo. De una amabilidad notable, Wenders encuentra personajes e imágenes.

Fuerza Aérea Sociedad Anónima

Enrique Piñeyro es un tipo absolutamente original. Conocedor absoluto de la aeronavegación, aquí investiga el estado del sector en la Argentina. Lo hace con humor pero también con precisión, con datos y con explicaciones que hacen de lo complejo algo comprensible para el lego. Es, sí, "cine de denuncia", pero como Piñeyro además conoce el cine y conoce los géneros, narra todo como una comedia y como un thriller al mismo tiempo. No ha perdido absolutamente nada de vigencia y sigue siendo atrapante.