Más obras maestras del terror en Prime Video
En la grilla de Prime hay algunas películas clásicas del género que lo trascienden de modo absoluto. Aquí les presentamos cuatro que son mucho más que sustos y vienen firmadas por grandes realizadores dentro y fuera del escalofrío.
Esta película de Drew Goddard es probablemente la mejor reflexión no sólo sobre el terror como género sino sobre el cine como puesta en escena y manipulación. Sí, es una película teórica, pero narrada como una desenfrenada, divertida, aventurera película de asesinos locos... con una vuelta de tuerca extraordinaria. La última media hora, en la que se abren todos los infiernos, es puro delirio y goce para los amantes del buen cine popular. Y el final, de algún modo, acorde con estos tiempos rotos.
Noche de brujasSiempre hay que recomendar esta obra maestra de John Carpenter, pero también siempre es obligación decir que está mucho más cerca de Hitchcock que del horror desatado. El asesino loco que llega al pueblo de su infancia a matar chicas es puro ejercicio de cámara, de miradas, de espacios que se abren y se cierran. Es, también, una meditación sobre el poder del miedo, y paradójicamente -contra lo que piensan muchos que no la vieron o conocen sus secuelas- es bastante poco sangrienta. Más sugestión que vísceras, y por eso sigue siendo efectiva.
Esta es una de esas películas que siempre causan miedo. También una demostración del talento de Scott Derrickson, uno de los mejores cineastas "de género" de las últimas décadas. Hay una película que muestra algo horrible, hay una maldición y hay una casa y una familia que las padecen. El filme es, ni más ni menos, una mirada sobre el poder cautivador y terrorífico del propio cine, de la idea del voyeurismo que rodea a nuestra compulsión por ver películas. El protagónico de Ethan Hawke, de paso, está entre los mejores de su carrera.
SuspiriaFinalmente, el clásico de Dario Argento, obra clave del giallo italiano. Una estudiante de ballet descubre en Suiza que su academia oculta algo siniestro. Bueno, lo hace porque hay muchos estudiantes muertos. No sólo los crímenes son de una creatividad morbosa -sello de estilo de Argento- sino que todo el filme hace un uso novedoso del color para generar estados de ánimo y una sensación de inestabilidad -todo parece un sueño, y al mismo tiempo demasiado real- que resulta un hallazgo para el género y el resto del cine.