Más terror para octubre en Star+
Seguimos recomendando buenas películas de terror. Aquí van cuatro grandes títulos en la grilla de Star+ que, además, son muy buenos ejemplos del mejor cine de autor. Desde óperas primas descollantes hasta algún clásico de humor negro. Para pasarla bien sin miedo.
La opera prima de David Fincher fue una auténtica sorpresa que, con el tiempo, se volvió un clásico. Más que una secuela de la genial Aliens, de James Cameron, aquí hay un grupo de fanáticos religiosos conviviendo con el monstruo. Y Ripley, que enfrenta la angustiosa pérdida y la conciencia de ser, en parte, responsable de la aparición del Mal. En más de un sentido, la película se inspira en La pasión de Juana de Arco, de Carl Dreyer, lo que es síntoma de buen gusto cinematográfico. Y la tensión es enorme de principio a fin. Original, incluso siendo una secuela.
Arrástrame al InfiernoEste divertimento de humor negro (negrísimo) a cargo de Sam Raimi combina todos los intereses y habilidades del director. Lo que va de lo sardónico (el asunto del gato) hasta el comentario social (la anciana despreciada por una burócrata que pone en movimiento la maldición), pasando por el humor de golpe y porrazo, muy a lo "Tres Chiflados", que Raimi maneja como nadie (el momento de la brujería en el auto). Contada de modo directo con el fin de entretener macabramente al espectador, es un verdadero ejemplo de narración sin pretensiones y con enorme libertad creativa.
El clásico de David Cronenberg debe verse a la luz de sus obsesiones por una nueva biología, por una sexualidad extraña. Así, más que una película de terror "con monstruo", La Mosca es un melodrama hecho y derecho que llega al paroxismo en esa historia de amor entre un hombre que se vuelve cada vez más una mosca deforme y la mujer a la que ama. El trabajo lleno de energía y patetismo de Jeff Goldblum es clásico, pero lo notable es que no hay "mal", ni "villano" evidente en el filme, sino una búsqueda de libertad por el absurdo.
Sexto SentidoCon ecos de El Exorcista (el ambiente de Washington DC, cierta luz gris, la religión) este clásico de M. Night Shyamalan es, más allá de su vuelta de tuerca final, una de las grandes películas fantásticas contemporáneas. El dúo que forman el psicólogo infantil y el niño que ve gente muerta permite contar dos cuentos: la del marginado con un don especial y la del hombre que ha perdido algo esencial y está tomado por la mayor de las tristezas. Aunque por momentos asusta, es mucho más un drama psicológico y amoroso que un filme de horror.