Una frase viene sonando con fuerza tanto en empresas como eventos y hasta en notas de LinkedIn: falta talento. ¿Será verdad? Un nuevo estudio reveló que no. O al menos no de la manera que solemos imaginar. 

A finales de 2023, las firmas europeas luchaban por cubrir algo menos de un millón de puestos de trabajo, mientras que las australianas trabajan para cubrir casi 400.000 vacantes

. Además, a mediados de ese año, Singapur registraba 194 vacantes por cada 100 candidatos disponible, según datos de Reuters y de Statista.

• Inestabilidad laboral y cadenas de suministro interrumpidas. Si bien muchos trabajadores valoran más la seguridad laboral (el 92 % la considera clave y el 63 % rechazaría un trabajo sin ella), la manufactura se ve golpeada por interrupciones en la cadena global (pandemia, conflictos internacionales), lo que genera reducciones de turnos y despidos temporales.
• Salarios bajos y condiciones poco atractivas. El 62 % de los trabajadores del mundo considera que el salario es el factor principal para evaluar un cambio laboral. Esto obliga que las empresas revaloren no solo los sueldos sino también beneficios como viáticos y compensaciones integrales.
• Envejecimiento de la mano de obra y falta de relevo generacional. Se estima que el 30% de la fuerza laboral mundial tendrá 60 años o más en 2050. En Argentina, pocas generaciones jóvenes se incorporan al sector industrial o técnico.
• Elevada demanda de nuevas competencias tecnológicas. las innovaciones como robótica o impresión 3D generan puestos de trabajo que requieren formación específica. Por ejemplo, existen cerca de 10 millones de vacantes a nivle global sin cubrir en el sector de manufacturas por falta de competencias tecnológicas.
• Desajuste educativo y baja formación profesional. Los sistemas educativos no están alineados con las necesidades del mercado laboral y muchas personas no completaron sus estudios secundarios (especialmente jóvenes), lo que limita las opciones laborales.
• Movilidad geográfica limitada y requisitos burocráticos. En ciertos rubros, muchos jóvenes no completaron sus estudios secundarios o no pueden acceder a transporte propio y algunos empleadores exigen certificado analítico, excluyendo así a numerosos postulantes.
• Condiciones laborales poco flexibles. Muchos puestos disponibles no ofrecen flexibilidad horaria ni atractivos contractuales, lo que lleva a que los candidatos rechacen ofertas aunque haya vacantes sin cubrir

El 68% de las empresas argentinas tiene inconvenientes para cubrir puestos de trabajo debido a la falta de personal con habilidades necesarias, según una encuesta realizada por ManpowerGroup.

El estudio Escasez de talento en América latina: ¿mito, realidad o excusa?, desarrollado por HIT, Trendsity y Von Der Heide entre más de 170 empresas de Argentina, Chile, Perú, Colombia y México con equipos grandes y líderes responsables de contratar, determinó que solo el 4% de las empresas cree que hay una escasez generalizada de talento. El resto reconoce que hay dificultades, pero no por falta de talentos capacitados sino por cómo se los está buscando.

La investigación subrayó que las principales barreras para atraer talento residen en la "definición del perfil". A menudo, las firmas utilizan descripciones "muy clásicas, muy tradicionales o muy restringidas", lo que establece una visión limitada del potencial humano disponible. De hecho, el 60% de las empresas señala que, en muchos casos, los candidatos "no ideales" terminan siendo los finalmente elegidos. "El talento no siempre se ve como lo imaginamos: hay que flexibilizar la mirada porque eso amplía las posibilidades", sentenciaron los autores del estudio.

Mientras algunas empresas buscan unicornios con Excel, inglés avanzado y mentalidad ágil, los talentos tienen otras prioridades. En solo cinco años, el orden de las cosas cambió: entre lo más valorado actualmente no aparece solo el sueldo sino también la flexibilidad, los beneficios y la propuesta de valor de la empresa. Sin embargo, el informe reveló que solo un 16% de las empresas considera su experiencia de selección como diferencial y estratégicamente pensada, mientras que un 57% tiene una estructura clara, aunque con espacios de mejora. En cuanto a la atracción de talento, el 63% de las compañías utiliza redes sociales y marketing digital, mientras que el 30% cuenta con una estrategia de marketing estructurada para este fin. En ese marco, mientras las empresas hablan de escasez, del otro lado hay algo claro: la mayoría de las personas quiere trabajar... si las condiciones acompañan.

Según un nuevo estudio elaborado por Bumeran, el 72% de los argentinos seguiría trabajando aunque no lo necesite económicamente, aunque solo lo haría si le gusta la tarea. De hecho, el 47% afirmó que le gusta lo que hace y un 11% directamente aseguró "estar enamorado" de su trabajo.

"Es un dato clave para seguir mejorando el mundo laboral: trabajar nos apasiona. El problema está, por lo general, en las condiciones específicas de los puestos laborales cuyas remuneraciones, flexibilidad o clima laboral no se adaptan a lo que las personas necesitan," explicó Federico Barni, CEO de Bumeran.com.ar en Jobint.

No es menor decir que estas búsquedas de sentido se dan en un escenario económico complejo. Según una encuesta de Zubán Córdoba publicada en BAE Negocios, el 60% de los argentinos siente que está peor económicamente que hace seis meses, mientras que más de la mitad no llega a cubrir sus necesidades básicas y apenas el 14,7 % logra ahorrar algo.

Pero hay un contexto todavía más desafiante: el trabajo no solo escasea, se transforma. El Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (CETyD) de la UNSAM confirmó ante este medio que, aunque la economía acusa diez meses de crecimiento, el empleo registrado no se recupera. En cambio, se disparan el trabajo precario y el uso de apps como fuente de ingreso principal o complementaria.

"El modelo económico actual puede crecer sin generar empleo formal", advirtieron desde la universidad. El trabajo existe, pero cada vez es más inestable, fragmentado y solitario.