River Plate debuta este martes en la Copa Libertadores 2025. Recibe a Barcelona de Guayaquil en un Monumental vacío debido a una multa de la Conmebol por el recibimiento que le hizo la hinchada al equipo de Marcelo Gallardo cuando jugó contra Atlético Mineiro el año pasado.

Bajo la atenta mirada del director técnico y el silencio de un estadio vacío, el equipo juega sin público. Esta determinación no solo afecta el ánimo de los propios jugadores, sino que también significa un duro golpe económico para el club.

La amonestación que le hizo la Conmebol por el recibimiento en el partido contra Mineiro fue, paradójicamente, millonaria: USD 195.000 millones fue el costo total del festejo que hicieron los 85 mil hinchas que fueron a ver el partido en 2024. A este monto, se le suma las pérdidas generadas por la ausencia total de gente.

En River funciona un sistema de abonos que rige para los partidos locales. En el caso de los partidos que corresponden a las competencias internacionales, el sistema es el mismo, pero con la única diferencia de que esas entradas sí deben pagarse. Los únicos socios que tienen un abono pago son aquellos que pueden acceder a los palcos en la zona inferior.

Además de la multa de la Conmebol, River tendría una pérdida de dinero por las entradas sin vender. Si bien el precio de las entradas de la fase de grupos no está confirmado, en promedio están USD 25. Si se pusieran a la venta al menos 70.000 entradas, ganarían un total de USD 1.700 dólares.

Esta será la segunda vez que River juega un partido a puertas cerradas. La primera fue el 11 de marzo de 2020, ante Binacional de Perú por Copa Libertadores. En aquella ocasión, el equipo argentino ganó 8 a 0.