En medio de la bronca por no tener representación en la estructura de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tras la reelección de Claudio "Chiqui" Tapia, Estudiantes de La Plata tuvo una noticia que opacó cualquier otra y es motivo de festejo para el club: recibirá una inversión histórica de 100 millones de dólares.

El enorme desembarco financiero se dará gracias al multimillonario Foster Gillett, un magnate de Estados Unidos que ayudará al club a reforzar diversas áreas con la enorme cantidad de dinero que le hará llegar al último campeón de la Copa Argentina.

Las negociaciones entre el empresario y el presidente del club, Juan Sebastián Verón, apuntan principalmente a refaccionar el Estadio UNO, con la construcción de los codos, la renovación del campo de juego y hasta la colocación de un techo.

También se buscará potenciar al plantel profesional de fútbol masculino, con el objetivo de ubicarlo en el plano internacional y optimizar el fútbol femenino de la institución junto a renovaciones en la infraestructura del polideportivo y del Country de City Bell, en donde se concentran las juveniles del club. Además, se aprovechará el dinero para la construcción de tres centros de alto rendimiento.

Quién es Foster Gillett: el millonario que apostó por Estudiantes

Foster Gillett es el hijo de George Gillett, empresario que fue una eminencia en las inversiones deportivas, de telecomunicaciones y en entretenimiento desde los 60 y en adelante. Ahora, Foster sigue el camino de su padre, afirma que ama "todos los deportes" y muestra un especial interés en el fútbol, la única disciplina que practicó.

Su padre, George, llegó a comprar a los Harlem Globetrotters, el equipo estadounidense de basquet que combina este deporte con el entretenimiento en exhibiciones. Además, junto a Tom Hicks compró al Liverpool en 2007 e hizo miembro de su directorio a Foster, desde 2010 y hasta su venta en el mismo año al actual dueño: Fenway Sports Group.

Luego de abandonar Inglaterra, Foster Gillett buscó invertir de nuevo en el futbol con una oferta de 300 millones de dólares para ser dueño del Olympique de Lyon de Francia, pero no lo consiguió. Donde sí tuvo éxito fue en sus inversiones en la competencia automovilística NASCAR y en el hockey sobre hielo.

Aunque su paso por Liverpool no fue lo que esperaba, fue allí donde Foster Gillett desarrolló su fanatismo por el fútbol, sobre todo el argentino, gracias a Javier Mascherano quien jugó en el club durante la estadía del magnate.

"Tuve interés por el fútbol argentino durante toda mi vida. Mi primera experiencia fue en Liverpool con Javier Mascherano, que mostró tal compromiso con la causa que me llamó la atención sobre lo que significa ser un futbolista argentino. Un guerrero a través de su increíble mentalidad. Siempre recuerdo cómo en Anfield Javier jugaba y los fanáticos coreaban su nombre", confesó.

"Creo que muchas veces aprendes más de tus errores que de tus éxitos. Por eso diría que estoy preparado para aprovechar esta oportunidad y comprender cómo puede desarrollarse aquí", agregó Foster sobre su nueva apuesta en el club de La Plata, justamente el último de Mascherano como jugador profesional.

"Mi mensaje a los aficionados es que se trata de mejorar lo que ya tienen, que creo que los argentinos crean una de las mejores atmósferas del mundo para el fútbol, y algunos de los mejores jugadores del mundo", expresó Foster.