Japón y Nueva Zelanda se convirtieron en los primeros equipos en clasificar al Mundial de 2026 mediante las Eliminatorias. Con victorias contundentes, ambos aseguraron su lugar en el torneo que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. Argentina está a un paso.

Japón obtuvo su octavo pasaje consecutivo a la Copa del Mundo tras vencer 2-0 a Bahréin en Saitama. Los goles en el segundo tiempo de Daichi Kamada y Takefusa Kubo garantizaron un puesto entre los dos primeros del Grupo C en la clasificación asiática. “Gracias a los jugadores por su entrega y a los aficionados por su apoyo”, destacó el seleccionador Hajime Moriyasu. “Sabíamos que si perseverábamos, los goles llegarían”, agregó.

Mientras tanto, Nueva Zelanda se adueñó del único cupo directo de Oceanía al vencer 3-0 a Nueva Caledonia en la final de las Eliminatorias de la región. En un Eden Park colmado, Michael Boxall, Kosta Barbarouses y Elijah Just sellaron la clasificación de los All Whites, que disputarán su tercer Mundial tras las ediciones de 1982 y 2010. Nueva Caledonia, por su parte, tendrá una última chance en el repechaje intercontinental.

Con los coanfitriones Estados Unidos, México y Canadá ya clasificados, Japón y Nueva Zelanda se suman a la lista de selecciones que dirán presente en el primer Mundial con 48 equipos, al que Argentina podría sumarse mañana.

Este martes a las 21 horas, en el estadio Monumental de Buenos Aires, Argentina y Brasil escribirán un nuevo capítulo de su histórica rivalidad con un condimento especial: la Albiceleste puede sellar su clasificación al Mundial 2026 con sólo conseguir un punto ante su máximo rival. El equipo de Scaloni llega fortalecido tras su contundente triunfo ante Uruguay y lidera las Eliminatorias con 28 puntos, mientras que la Canarinha, tercera con 21 unidades, intentará recomponerse tras una campaña irregular.

El partido se presenta como un duelo de contrastes: Argentina, sólida y con identidad definida, deberá sortear las importantes bajas de Messi, Lautaro Martínez y Dybala, pero cuenta con el regreso de Rodrigo De Paul para potenciar su mediocampo. Brasil, por su parte, llega con un equipo diezmado por lesiones y suspensiones, incluyendo las ausencias de Neymar y Alisson, lo que obligó a Dorival Junior a realizar convocatorias de emergencia para este trascendental clásico sudamericano.