El partido de rugby entre Argentina e Inglaterra, llevado a cabo en Stade de France, mantuvo un alto nivel de tensión hasta el final. Durante los primeros minutos, el equipo argentino conocido como Los Pumas perdió la posesión de la pelota y cometió una infracción. Owen Farrell de Inglaterra probó su habilidad y precisión, marcando el primer penal para poner el marcador 3-0 a favor de su equipo.

El primer intento no se retrasó, Ben Earl de Inglaterra rompió la línea defensiva de Los Pumas y anotó el primer try del partido, ampliando la ventaja a 8-0. Sin embargo, Argentina demostró estar a la altura con sólidas acciones defensivas, a pesar de una ocasional desatención que aceleró el avance del equipo inglés.

Este partido intensamente competitivo vio una serie de conversiones y penales tanto para Argentina como para Inglaterra. Emiliano Boffelli de Los Pumas se destacó con varios penales convertidos, ajustando constantemente el tablero a favor de Argentina. Nicolás Sánchez también tuvo una actuación notable, a pesar de un penal fallado, se recuperó y continuó presionando a los ingleses.

A medida que los minutos transcurrían, la tensión no disminuyó. Las decisiones rápidas y las jugadas maestras de ambos equipos mantuvieron a los espectadores al borde de sus asientos. Juan Cruz Mallía y Marcos Kremer, exhibieron una notable destreza defensiva, demostrando una y otra vez la fortaleza de la albiceleste.

Hacia el final del juego, el equipo de la rosa recuperó la tenencia de la ovalada luego de una acción de Marchant sobre Nicolás Sánchez. A pesar de un kick free final para Inglaterra luego de una infracción de Los Pumas, el encuentro concluyó sin mayores incidentes dejando a los dirigidos por Michael Cheika con el sabor agridulce del cuarto puesto.