Aunque los analistas coinciden en que es prematura una definición política, el T-MEC deberá ser ratificado por los tres parlamentos de los países miembro, y en el caso del Capitolio, podría surgir un rechazo por parte de la bancada demócrata. Mientras en México y Canadá el trámite parlamentario avanzaría sin mayores inconvenientes, medios mexicanos advirtieron en los últimos días que existen varias señales de que el Capitolio puede darle la espalda al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. En este hipotético escenario, México ya teme por su futuro económico ya que la caída del T-MEC sería un derrumbe de la política comercial.