El documento final de la Cumbre del G20 reconoció problemas en el sistema de comercio multilateral e incluyó un acuerdo entre los países miembro para reformar los mecanismos de controversia internacionales. Al mismo tiempo, incorporó un punto específico en donde Estados Unidos ratifica su decisión de salir del protocolo de París, lo que dejó reflejada la tensión que mantiene la mayor economía del mundo con el resto de las naciones del globo, especialmente con China.

"El gran desafío que tiene la Organización Mundial de Comercio (OMC) es modernizarse y buscar un mecanismo más simple para resolver los conflictos. Actualmente se pierde muchísimo tiempo", precisó el presidente Mauricio Macri en la conferencia de prensa que brindó al cierre de la cumbre celebrada en Buenos Aires en estos dos últimos días.

El mandatario destacó que en años anteriores "no se alcanzó este nivel de coincidencia" entre los países, después de la incertidumbre en torno al texto final que se negoció hasta último momento, si incorporaría o no los puntos problemáticos de la cumbre.

Los principales roces giraban en torno a las políticas proteccionistas que viene aplicando Donald Trump, especialmente en el marco de la guerra comercial que mantiene con China y la lucha contra el cambio climático. En ese sentido, el presidente norteamericano logró que el documento no incluya una condena explícita al proteccionismo puro y duro que implementó desde que asumió, mientras que la potencia asiática dejó en claro su compromiso con el acuerdo de París, que el norteamericano no quiere cumplir y quería evitar a toda costa que se incluyera.

El punto 21 del documento final puntualiza especialmente que "los Estados Unidos reiteran su decisión de retirarse del acuerdo de París, y reafirma su fuerte compromiso al crecimiento económico y el acceso a la energía, utilizando todos sus recursos energéticos y tecnologías, protegiendo al medio ambiente". Mientras tanto, el resto de los mandatarios aclararon que ese entendimiento es "irreversible".

En cuanto al comercio, el comunicado reconoce que el sistema de comercio multilateral "no está cumpliendo sus objetivos y hay espacio para mejorar", por lo que se propone reformar el funcionamiento de la OMC. "En nuestro próximo encuentro revisaremos los avances", reza el punto 27.

Ayer la tensión entre EE.UU. y China se hizo sentir desde el primer momento cuando la Casa Blanca difundió un comunicado en el que acusaba a la segunda economía del mundo de "depredatoria", después del encuentro que mantuvo Trump con Macri. El cruce provocó que el canciller Jorge Faurie deba salir a desmentir la declaración en más de una oportunidad y provocó un desplante del presidente norteamericano a su par argentino, en el momento en que debían sacarse una foto juntos tras haber arribado a Costa Salguero. Luego, la potencia asiática canceló las dos conferencias de prensa que tenía previstas por parte de dos funcionarios del área de comercio internacional y anunció que firmaría con Francia un compromiso para tomar medidas conjuntas en la lucha contra el cambio climático.

Macri hoy insistió en que "no hablamos en esos términos" en relación a China cuando recibió a Trump en la Rosada. E intentó hacer equilibrio entre las dos superpotencias, acaso por que ambas resultan claves para mantener el financiamiento que los mercados le siguen negando a la Argentina. "Leo en la prensa que dice que vamos a tener que elegir entre las dos y no es así. Nuestra relación es excelente tanto con China como con Estados Unidos", aseguró el mandatario. En relación al presidente asiático Xi Jinping, con quien se verá mañana temprano en la bilateral, dijo que "se está haciendo cada vez más fanático de la Argentina, del fútbol, el tango y la comida".

"No lo veo como una amenaza sino como una oportunidad", planteó.

En ese marco, Macri también tuvo palabras contemplativas para los EE.UU., cuando lo consultaron por la falta de una condena al proteccionismo en el comunicado final. "No acepta ese encasillamiento, es la economía más abierta del mundo, no acepta ese etiquetado", señaló.

Respecto al ingreso a la OCDE, el presidente dijo que "pasa algo extraño" porque los países miembro de ese club "están todos de acuerdo" en incorporar a la Argentina, pero las diferencias surgen a la hora de resolver cuál va a ser el próximo. "No se ponen de acuerdo con los ingresos siguientes, si va a ser Rumania o Bulgaria", los apuró el mandatario.