Por el impacto de la recesión y la suba de tasas, en enero la morosidad de las empresas en el sistema financiero se triplicó en términos interanuales y llegó a su punto más alto desde la crisis global de 2008. Un informe de First Capital Group advirtió que estos datos generan una alarma potencial para los bancos, que mostraron una importante alza en su exposición patrimonial al sector privado durante los últimos meses de 2018.

Las irregularidades en los pagos por parte de las compañías superaron en enero el 3% del financiamiento total del sistema, con lo que se triplicaron en un año. Cuatro meses atrás, sólo representaban el 1,8%.

"La retracción del mercado sacudió fuerte la demanda y las ventas de las principales cadenas de consumo masivo se desploman", sostuvo Augusto Quiñones, analista de First Capital Group. Y agregó: "Al mismo tiempo, la política monetaria contractiva del BCRA genera una fuerte restricción al financiamiento de las empresas, lo que explica los grandes aumentos en la morosidad".

Para Quiñones, el último refuerzo al torniquete monetario para contener al dólar y la inflación complicó el panorama y ensombreció las perspectivas de regularidad crediticia para los próximos meses.

En este marco, el aumento en la cartera irregular puede representar un problema en el mediano plazo para el balance de las entidades bancarias. El informe advirtió que "si los bancos no toman una postura de más flexible para con sus deudores en mora, es posible que observemos una propagación en la irregularidad del crédito", lo que generaría mayores pérdidas patrimoniales en el sector financiero.