La nueva distribución desde la oferta de esa torta que es el PBI, y que hoy es 4,2% menor a lo que era en 2015, encuentra explicaciones mayormente en la política económica del período Cambiemos. El agro, la electricidad, el agua y el gas mejoran. En cambio la industria, el comercio y la construcción pierden.

El agro consiguió mejorar los precios a los que vende sus productos gracias a la mejora del tipo de cambio y a la quita de retenciones (que luego volvieron pero fueron menores respecto a las de 2015). La electricidad, el gas y el agua también, si bien no realizaron mejoras en la producción, consiguió mejores precios relativos gracias a los tarifazos.

La industria en cambio se vio perjudicada en esa dinámica de precios relativos, con el salario cayendo fuerte y generando un bajón de la demanda interna. A eso se le sumó la apertura importadora. Mismo destino corrió, en cuanto a la caída del poder adquisitivo y del salario real, el comercio. La construcción sufrió de la mano del fuerte ajuste en la obra pública, que batió récords.