A 40 años de Malvinas, cómo estaba la economía argentina en la antesala de la guerra

Al momento en que los soldados argentinos llegaron a las Islas, el país atravesaba una crisis económica sin precedentes. En diálogo con BAE Negocios, expertos explicaron los elementos más importantes de la política económica de uno de los momentos más oscuros de la historia argentina 

Jmpollio

La escena es conocida. El 30 de marzo de 1982 la CGT “Brasil” realizó la movilización más importante hasta entonces contra la Junta Militar. Bajo el lema “Paz, Pan y Trabajo”, y con Saúl Ubaldini a la cabeza, la Plaza de Mayo se colmó con más de 15 mil personas que no tardaron en ser reprimidas por el gobierno militar. Tres días después, la Plaza volvió colmarse. Esta vez, para celebrar la recuperación de las Islas Malvinas.

Habían pasado 5 años de las celebraciones masivas por la obtención del Mundial de 1978 y la Junta Militar necesitaba un hecho que le otorgara legitimidad ante el ineludible malestar social producto de la sangrienta represión y el descalabro económico producto de sus políticas económicas. Por esta razón, Leopoldo Galtieri y el resto del régimen decidió acelerar el operativo para la recuperación de las Islas con la esperanza de mantenerse en el poder.

Al momento en que los soldados argentinos desembarcaron en las islas del Atlántico Sur, el país atravesaba una crisis económica sin precedentes. En su libro, “Diario de una temporada en el quinto piso: episodios de política económica en los años de Alfonsín”, Juan Carlos Torres recuerda que “la semana del histórico 2 de abril las fábricas de automóviles suspendieron a siete mil operarios y que días más tarde corrieron igual suerte otros tres mil”.

En este sentido, el exfuncionario del radicalismo también incorporó en su testimonio el balance económico que realizó un periodista de la época: “Actualmente, la producción industrial es menor que hace diez años, seguimos teniendo la inflación más alta del mundo y el descenso del producto bruto interno más impresionante del planeta, el número más alto de ‘financistas y banqueros’ fugados al extranjero con millones de dólares, la cantidad de escándalos bancarios da todas las semanas argumentos para novelistas”.

A 40 años de Malvinas, cómo estaba la economía argentina en la antesala de la guerra

En diálogo con BAE Negocios, el economista e investigador del Conicet, Alfredo Curuchet, explicó que, a partir del golpe cívico militar de 1976, el primer ministro de Economía del Proceso, José Martínez de Hoz, implementó “una política económica de orientación neoliberal, donde cobra importancia la liberalización financiera (tanto doméstica como externa), la apertura comercial a ultranza, el atraso cambiario y la reducción del salario real”.

 

Inflación y devaluación

Martínez de Hoz estuvo a cargo del Palacio de Hacienda durante el periodo en que el dictador Jorge Videla ejerció la presidencia. Durante ese tiempo, implementó la medida económica por la que sería más recordado: “La Tablita”. Según explicó a este medio la economista de Paridad en La Macro, Mara Pedrazzoli, esta política monetaria fue “un esquema de prefiguración de las variables de devaluación del tipo de cambio con la idea de anclar expectativas” en torno a la inflación.

De esta manera, Martínez de Hoz propuso la información anticipada del porcentaje de devaluación, fijando la variación de la pauta cambiaria, es decir, cuál sería la relación entre el peso y el dólar para cada día de los siguientes ocho meses, de enero a agosto de 1979. En paralelo, se procedió con una liberalización del comercio exterior.

Pese a las pretensiones del funcionario del Proceso, estas medidas fueron un fracaso rotundo. Durante su gestión la inflación alcanzó cifras inéditas hasta ese momento. Entre 1976 y 1980, la suba de precios promedio fue del 211% anual, más alta que durante cualquier gobierno anterior: 1976 (444%), 1977 (176%), 1978 (171,4%), 1979 (163%), 1980 (100,8%). En comparación, la inflación promedio entre 1945 y 1975 fue del 25%.

A 40 años de Malvinas, cómo estaba la economía argentina en la antesala de la guerra
José Martínez de Hoz y Jorge Videla

“El programa de La Tablita dejó una hiperinflación con una inflación mensual que estaba a niveles de dos dígitos. ¿Cómo combinas una devaluación programada con una desregulación en el comercio exterior? Tenés una mala cosecha y los números rojos te van a presionar para una devaluación”, ejemplificó la economista.

En marzo de 1981, Martínez de Hoz dejó el cargo y fue sucedido por Lorenzo Sigaut, quien al poco tiempo de asumir en la cartera de Hacienda pronunció una frase paradigmática de la historia argentina: "El que apuesta al dólar pierde". En tres meses, propició una devaluación del peso del 30% y otra en junio por el mismo porcentaje.

Como consecuencia del sacudón económico, se creó un mercado cambiario oficial y otro paralelo, la divisa estadounidense, que en abril se cotizaba en 3 mil pesos, trepó hasta los 10 mil pesos para octubre. Sigaut dejó el puesto en diciembre, con una inflación del 137% anual.

El que tomó el cargo fue Roberto Alemann, quien para marzo del año siguiente congeló los salarios y aplicó un fuerte aumento en las tarifas de los servicios públicos. Sobre su breve paso en la cartera de Economía, Curuchet contó que “entre enero y julio de 1982 la devaluación rondó el 421%”.

 

Déficit y deuda externa

Es a partir de 1979 que el déficit de cuenta corriente comienza a crecer de manera exponencial, llegando a ser el 6,5% del PBI en 1980 y 1981: “Entre 1979 y 1980, el déficit de cuenta corriente se explica en gran medida por la fuerte apreciación del tipo de cambio real y el fuerte aumento de las importaciones”, explicó el investigador del Conicet.

Por ejemplo, las importaciones pasan de USD 3.834 millones en 1978 a USD 10.541 millones en 1980. “Ya en 1981, el aumento del déficit de cuenta corriente se explica principalmente por el fuerte aumento en el pago de intereses de la deuda externa”, complementó.

En el plano fiscal el panorama no mejoró. “El sector público estaba completamente ahogado. Imaginate que el déficit fiscal era del 12%, cuatro veces mayor al que tenés ahora, en un contexto en donde el Estado estaba muy endeudado”, explicó Pedrazzoli a BAE Negocios. En este sentido, agregó la experta, “el déficit fiscal estaba muy ligado a la deuda externa”.

El endeudamiento externo, tanto público como privado, pasó de 18,7% del PBI en 1976 a 60,5% en 1982. Para Curuchet es importante remarcar que este proceso de endeudamiento externo también incluyó “entre 1981 y 1982, de una estatización de la deuda externa privada, mediante una ingeniería financiera, que incluía seguros de cambio, y que fue claramente en detrimento del estado y a favor del sector privado, incluso de empresas extranjeras”.

De hecho, para 1982 Argentina entraría en default producto de una crisis que afectó a toda América Latina. La misma fue causada por la suba exponencial de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (llegó al 20% anual). La reestructuración tardó diez años en hacerse, cuando en 1992 el país ingresó al Plan Brady.

 

Desempleo, caída del salario y PBI

El aumento de la desocupación fue otro de los resultados notables del Proceso de Reorganización Nacional. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el desempleo alcanzó durante el año de la Guerra de Malvinas el pico de 5,3%, un récord para la época.

A su vez, en 1978, la actividad económica cayó 3,2%. Mientras que en 1981 y 1982, la actividad económica bajó un 5,4% y 3,2%, respectivamente. En simultáneo, entre 1975 y 1982 los salarios reales se desplomaron un 30%. Esta caída sistemática en todas las variables macroeconómicas tuvo un impacto directo en el PBI per cápita: entre 1975 a 1982 cayó un 20%.

En su famosa Carta a la Junta Militar, el escritor y periodista Rodolfo Walsh, poco antes de ser secuestrado y desaparecido, escribió en el primer aniversario del golpe: “Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina”.

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