Acuerdo con el FMI: los cambios jubilatorios que impulsa el Gobierno tendrán un bajo impacto fiscal

Los jubilados del Poder Judicial y del Servicio Exterior, a los que apuntó Alberto Fernández, son actualmente menos de 8.000. La prolongación voluntaria de la vida laboral, que también figura en el borrador del acuerdo, tampoco implicará necesariamente un ahorro en lo inmediato

jslucki

Los cambios en el sistema previsional que impulsa el Gobierno en el marco del acuerdo con el FMI, enfocados en las jubilaciones de privilegio y la extensión de la edad jubilatoriano tendrían un impacto fiscal significativo, coinciden los especialistas.

"Se prestará atención especial a la evaluación de los regímenes especiales, y a los mecanismos que favorezcan la prolongación voluntaria de la vida laboral de las personas”, afirma el texto provisorio del acuerdo con el Fondo, al que accedió BAE Negocios

Aun así, Martín Guzmán aseguró que "no habrá ninguna reforma jubilatoria" y que se mantendrá la fórmula de movilidad sancionada en 2020. Luego, el Presidente estrechó aún más el margen al detallar que "de lo que se habla (en el texto del acuerdo con el FMI) es de los regímenes especiales de privilegio, donde básicamente están los embajadores y jueces". Se trata de dos grupos que, a diferencia del régimen general, se jubilan con el 82% móvil.

Estos dos grupos, sin embargo, representan una porción ínfima del sistema previsional, por lo que modificar su régimen jubilatorio no representaría un cambio significativo en términos fiscales, creen los economistas.

"En el Servicio Exterior hay 680 jubilados y en el Poder Judicial son 7.100, mientras que los jubilados totales son 7 millones", precisó Nuria Susmel, economista de FIEL especializada en seguridad social. "Es en términos simbólicos. No lo critico porque es una injusticia, pero no vas a ahorrar nada", dijo.

 

La economista remarcó además que la modificación sería solo sobre el flujo, es decir, no sobre quienes ya están jubilados, lo que reduce todavía más el ahorro de la medida. 

En la misma línea, Gabriel Caamaño Gómez, director de Consultora Ledesma, estimó que modificar el régimen previsional de diplomáticos y judiciales "algo de impacto fiscal tendría, pero no va a mover el amperímetro". "Con eso solo no alcanza para cumplir las metas del FMI", agregó.

Fuentes oficiales consultadas por BAE Negocios ratificaron que no habrá una "reforma previsional" en términos generales sino que solo está en el radar modificar el régimen jubilatorio de estos dos grupos. En ese sentido, consideraron que el ahorro fiscal no será bajo. "No es poco bajar jubilaciones de privilegio de 500.000 o 600.000 pesos mensuales promedio", afirmaron.

Jubilaciones de privilegio y regímenes especiales

El texto borrador del acuerdo, en definitiva, habla de "regímenes especiales". Aunque tanto Alberto Fernández como Guzmán desestimaron que esto esté en la mira, ¿qué pasaría si, en pos de un mayor ahorro, el Gobierno buscara modificar a otros regímenes jubilatorios especiales por fuera del de los jueces y diplomáticos?

La cuestión, como subrayó Susmel, es que obviamente no existen en lo técnico las "jubilaciones de privilegio", sino que esta es una denominación informal para las ventajas que tiene el régimen previsional de ciertos sectores.

Legalmente, lo que hay son justamente los "regímenes especiales", que abarcan a cinco grupos: docentes de nivel medio y universitario, Poder Judicial, servicio exterior, Luz y Fuerza e investigadores. Todos ellos tienen ventajas como poder jubilarse a una edad más temprana o tener una fórmula de movilidad más favorable, explicó Caamaño Gómez. 

La denominación puede ser aun más abarcativa si incluye también a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad, así como a los regímenes jubilatorios provinciales, que no dependen de Anses. Solo estos últimos representan un 25% del gasto previsional total, estimó un informe del Cippec de octubre pasado.

Alguna reforma que se proponga lograr un recorte fiscal más significativo debería tocar también a alguno de estos regímenes, estimó Susmel.

La extensión de la edad jubilatoria

Otros de los puntos de los que habla el borrador del acuerdo es el análisis de "mecanismos que favorezcan la prolongación voluntaria de la vida laboral de las personas". Básicamente, extender la edad jubilatoria, aunque siempre que el trabajador quiera.

Sin embargo, esta opción tampoco sea necesariamente útil a la hora de garantizarse un  mayor ahorro fiscal. "Estirar la edad no sirve porque tenés gente que se jubila incluso con la máxima pero sigue trabajando, facturando o en relación de dependencia. ¿Para qué pagarle la jubilación, sobre todo cuando no es mínima, a gente que está laburando?", sostuvo Susmel.

Caamaño Gómez agregó que hay que tener en cuenta también que "un aumento de la edad jubilatoria no impacta inmediatamente", ya que solo afectaría a quienes pueden jubilarse a futuro y no a los jubilados actuales ni tampoco a quienes trabajan pero ya están en edad de jubilarse. "Cuando una reforma previsional se hace buscando que tenga impacto inmediato, generalmente la Justicia la voltea porque afecta derechos adquiridos".

A lo que se debe apuntar, consideró el economista, es a que el sistema previsional sea sustentable en términos generales. En ese sentido, modificar los regímenes especiales puede ser útil, ya que varios de ellos son deficitarios, agregó, aunque no especialmente el de los jueces por retirarse a una edad mayor.

El problema es que, aún así, seguirá habiendo otros problemas estructurales, como la mayor longevidad de la población y la creciente informalidad en el país, que "deteriora la relación entre aportantes y beneficiarios", cerró Caamaño Gómez.

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