Luego del rechazo inicial a los aumentos, las empresas proveedoras de alimentos y bebidas iniciaron negociaciones con cámaras de supermercados para imponer nuevas subas de entre 7% y 10%, aunque desde el retail negaron esta posibilidad y reclamaron al Gobierno que elimine los costos ocultos que explican los altos precios.

Fuentes de diversas cámaras como ASU, CAS, FASA y CGA señalaron a BAE Negocios que la mayoría de las empresas no aumentó los precios. "Fue un grupo minoritario que hizo modificaciones de entre 7% y 10%; ahora se está negociando", apuntaron.

Aunque no brindaron otros nombres de firmas excepto Molinos y Unilever, las fuentes detallaron que las remarcaciones se centraron en productos como fideos, harina, aceite, azúcar y sal, entre otros. Días atrás, la cámara de supermercados mayoristas (CADAM) anunció también que no aceptará listas de precios con "aumentos injustificados", luego de una suba producida por la salida parcial del cepo cambiario.

"La liberación del cepo no representa una devaluación, sino la apertura positiva del mercado. Ya de por sí las empresas operaban con el dólar MEP o Contado con Liqui (CCL), que incluso registraron una baja tras la apertura del dólar oficial, lo que refuerza la idea de que no hay fundamentos para remarcar precios", expresó la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas.

Costos ocultos

Con el fin de bajar los precios, supermercadistas elevaron en las últimas horas un planteo al Congreso para que se disuelvan los llamados costos ocultos. 

El primero de ellos es la Contribución Adicional Solidaria a la obra social OSECAC, que nació en la pandemia por COVID-19, pero que se sigue cobrando hasta el día de hoy. La "contribución solidaria" hay que abonarla "tengan o no OSECAC como obra social", invoca el aviso de la web del sindicato FAECYS. Si se multiplica por 1.2 millones de empleados de comercio, ese fondo podría recaudar unos $ 6.600 millones mensuales.

En segundo término, un aporte obligatorio al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (INACAP), que administran CAME y CAC. También un seguro que representa el 2,5% de la remuneración del trabajador.