Los precios de las naftas y el gasoil muestran desde hoy los nuevos valores vigentes para abril, con incrementos que promedian un 1,7%, pero al mismo tiempo se siguen acumulando ajustes pendientes de los impuestos que gravan al sector, a los que se suman los reclamos de los estacioneros, que entienden que hay un rezago del 20%.

Como ese reclamo de las estaciones de servicio es sobre el precio libre de impuestos, la suma de ambas variables representa un aumento que podría alterar la política del Gobierno de subas administradas para evitar un impacto inflacionario, tal como viene ocurriendo desde el segundo semestre de 2024.

 

Nafta y gasoil: los aumentos de abril 

 

Los aumentos van del 1,59% en el litro de nafta súper ($1.194 en la Ciudad de Buenos Aires) a 1,79% en la premium ($1.472), en tanto para el gasoil los incrementos son de 1,77% y 1,73%, respectivamente.

En esos valores se incluyen los aumentos del 4% promedio en los impuestos, de acuerdo con lo establecido en el decreto 243/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial.

Debe tenerse en cuenta que los impuestos no son porcentajes sino sumas fijas, por lo que su impacto es variable según el precio del combustible, que varía de acuerdo con la empresa y la región.

"Se consideró necesario volver a diferir parcialmente el incremento correspondiente al primer trimestre calendario de 2024 y, en su totalidad, el del segundo, tercer y cuarto trimestres de ese año“, indicó el decreto en sus considerandos, dejando en evidencia que los incrementos postergados acumulan toda la inflación del año pasado, del 117,8%.

 

El reclamo de los estacioneros

 

Pero al diferimiento en los aumentos impositivos se le debe agregar el reclamo de los estacioneros, expresado recientemente por Carlos Gold, presidente entrante de la Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustibles (Claec) y secretario de Asuntos Institucionales de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).

“Hay un atraso en los precios de los surtidores de hasta el 20%, sin considerar los impuestos en el que hay un diferimiento del orden de los $200, lo que incrementaría el valor de los combustibles”, manifestó Gold en un encuentro sectorial, del que no fue ajena la preocupación por la caída de las ventas interanuales por quince meses consecutivos.

 

Qué pasa con los impuestos

 

Los aumentos de hoy son los cuartos aplicados en lo que va de 2025, en línea con los ajustes periódicos a principios de cada mes en base a tres factores: el precio internacional del petróleo (específicamente el barril Brent), la devaluación periódica del peso respecto del dólar oficial (el "crawling peg que en febrero se redujo del 2% al 1% mensual) y los ajustes en los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono.

Estos impuestos deberían incrementarse con periodicidad trimestral en enero, abril, julio y octubre de cada año en función de la inflación, pero ese cálculo se vio alterado a partir del segundo trimestre de 2021, cuando el presidente de entonces, Alberto Fernández, decidió congelar las alícuotas de ambos gravámenes para que no tuvieran impacto en el precio final.

El presidente Javier Milei puso fin a ese congelamiento de diez trimestres, con altos incrementos en el primer tramo de su gestión ya que, además de la inflación trimestral, debía incorporarse todos los aumentos pendientes de los 30 meses previos.

 

Cambio de política

 

Si bien parte de ese ajuste postergado se intentó compensar en los primeros meses de 2024, a partir de mayo de ese año se resolvió un cambio, con ajustes administrados que, más allá de su menor impacto inflacionario, volvió a generar aumentos postergados.

Al respecto, estimaciones de especialistas dan cuenta de un incremento adicional de unos $200 por litro en caso de que se resolviera aplicar todos los aumentos postergados de ambos impuestos.