En una jugada que apunta a simplificar la economía formal y dar señales al mercado, el Gobierno nacional anunció esta semana un conjunto de medidas que buscan desregular y dinamizar el comercio de vehículos. En ese marco, se eliminó el régimen informativo que obligaba a los concesionarios a notificar cada operación ante la agencia ARCA.

Desde el sector automotor, la respuesta fue inmediata y positiva. "Fuimos escuchados", declaró Alejandro Lamas, presidente de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), quien calificó la decisión como un punto de inflexión tras años de reclamos.

La medida más relevante es la eliminación del régimen informativo para la compraventa de autos usados, que exigía a los concesionarios reportar cada operación a ARCA —incluso aquellas que implicaban simplemente mover el vehículo para llevarlo al lavadero o al taller mecánico.

"Era una carga horaria y administrativa innecesaria. Teníamos que duplicar y hasta triplicar la información para diferentes organismos del Estado", explicó Lamas.

La Cámara viene exigiendo esta derogación desde 2005, cuando comenzaron a regir los controles cruzados sobre las operaciones. Según Lamas, lejos de mejorar la fiscalización, estas exigencias incentivaron la informalidad. "Se terminaba empujando a los compradores a operaciones en negro, en garajes o lugares no habilitados. Era lo que advertimos y lo que finalmente ocurrió".

El Gobierno oficializó las medidas anunciadas por Luis Caputo para atraer los "dólares del colchón" con desregulación en la venta de autos.

La desregulación del sector automotor forma parte del llamado "Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los argentinos", impulsado por el Ejecutivo con el objetivo de remonetizar la economía a través de la circulación de dólares informales que, según el diagnóstico oficial, están "guardados en el colchón".

Este plan incluye incentivos para la bancarización, la apertura de cajas de ahorro en dólares y medidas para facilitar operaciones comerciales formales, eliminando los obstáculos burocráticos que desalientan la actividad económica.

"Estas son medidas en la línea de la normalidad, de la lógica, de dejar de trabajar para alimentar al Estado con datos que no sirven. Es un paso hacia una economía más transparente y eficiente", sostuvo el titular de la CCA.