El desempleo en la Ciudad de Buenos Aires fue del 6,3% de la Población Económicamente Activa (PEA) con una baja de un punto porcentual respecto del trimestre anterior, pero con un incremento respecto del 5,6% del mismo período de 2023, de acuerdo con la información difundida por el Instituto de Estadística y Censos porteño (Idecba).

El reporte oficial dejó en evidencia la persistencia de una brecha de género que marca que de los 105.000 desocupados entre julio y septiembre del año pasado, el 64,7% fueron mujeres y el 35,3% varones.

Para tener una dimensión del contraste en el desempleo por sexo, debe considerarse que la PEA se compone de un 50,9% de varones y un 49,1% de mujeres, una diferencia notoriamente inferior a los casi treinta puntos porcentuales que muestra la tasa de desempleo.

 

Si bien el análisis de la brecha de género precisa de un abordaje múltiple, uno de los aspectos con mayor incidencia en el alto nivel de desempleo femenino estriba en la alta proporción de informalidad en el personal de servicio doméstico en CABA, ya que la mayor parte de la actividad es llevada a cabo por mujeres.

 

Actividad, empleo y ocupación

 

El relevamiento de Idecba en el tercer trimestre mostró que las diferencias excedieron lo estrictamente relacionado con la desocupación y abarcó también las tasas de actividad, la de empleo, población ocupada y PEA, en todos los casos con una caída en el desempeño femenino.

En ese sentido, la tasa de actividad para los mayores de 10 años, que en toda la Ciudad fue del 62,2%, para los hombres fue del 68%, similar a la de un año atrás, pero la de las mujeres cayó 1,6 punto porcentual al 57,1%.

En el caso de la población activa en su valor absoluto, el contraste es aún mayor, con un ascenso del 2,1% en la masculina y una baja del 3,7% en la femenina.

 

Con una tasa de empleo del 50,8% (58,3% para los mayores de 10 años), Idecba resaltó que “en los varones de 10 años y más supera en 12,8 puntos porcentuales a la del mismo segmento de mujeres”.

Si bien el valor absoluto de la población ocupada cayó 1,6% en general, el descenso se debe exclusivamente al desempeño femenino, con una caída del 6%, ya que entre los varones hubo un alza del 3%.

La situación del servicio doméstico

Idecba señaló que en el tercer trimestre del año pasado, la población que trabajó en Servicio doméstico en hogares particulares representó el 3,9% de la población ocupada y el 5,5% de la población asalariada, “pero en el subconjunto de mujeres asalariadas, el peso prácticamente se duplica llegando al 10,9%”.

El organismo estadístico agregó que “el 69,5% de la población ocupada en esta actividad trabaja para un único empleador, casi dos tercios (65,6%) declaran antigüedad superior a un año y el 93,5% mantiene una relación laboral permanente (sin tiempo de finalización)”.

 

La precariedad laboral del rubro queda en evidencia al comprobarse que “a pesar de tener cierta estabilidad, solo al 28,5% le efectúan descuentos jubilatorios” y que “del 71,5% al que no les hacen descuentos, es ínfima la porción que aporta por sí misma a la seguridad social, poniendo de manifiesto la falta de cobertura para la mayor parte de las personas que ejercen la actividad”, con un aumento de las trabajadoras sin cobertura en el último año.

La rama de actividad que sigue a la de servicio doméstico por su porcentaje de trabajo asalariado sin descuentos jubilatorios es Construcción, con un 67,8%, superior al 60% del tercer trimestre de 2023.

A diferencia del servicio doméstico, la rama de la construcción es “altamente masculinizada”, remarcó Idecba.