Dólar hoy: advierten que la presión seguirá hasta las elecciones
El dólar blue y el CCL superaron sus récords. Bajó la demanda de pesos y creció el desarme de plazos fijos. Cayó el Merval y los bonos en dólares no son un refugio
En la última semana de septiembre los dólares paralelos se aceleraron con fuerza y ampliaron la brecha cambiaria. El dólar blue llegó a los $805 para cerrar en $800 el viernes, con un avance semanal de $55. Y el CCL quedó en $822,22 tras saltar $69,70. Y aunque se trata de valores récord y excesivamente altos en términos históricos, para especialistas en el cortísimo plazo la presión al alza se seguirá sintiendo a fuerza de la incertidumbre económica y política y la inyección de pesos en los bolsillos que hizo el ministro Sergio Massa para paliar el salto inflacionario.
En el mercado se sumó otro agravante, la aceleración en la caída de la demanda de pesos y el desarme de plazos fijos: al fin y al cabo, con un rendimiento apenas superior al 2,2% semanal perdieron en agosto contra la inflación y las estimaciones privadas indican que también en septiembre y no hay ningún reaseguro de que quienes los renueven ahora para rescatarlos después de los comicios no incurran en mayores pérdidas si vuelven a devaluar. En otras palabras, son más pesos que llegan a la calle buscando alternativas y que tampoco encuentran un reaseguro de valor en bonos CER o dólar-linked que, como advirtió la administradora de fondos Mega QM, esta semana también tuvieron rendimientos negativos.
El segmento de renta fija tampoco resulta atractivo para el público general. El Merval cerró septiembre con una caída en dólares del 3,7% y en pesos de más del 12% una vez descontado el efecto de la inflación. En dólares, en los últimos tres meses la bolsa local perdió 16,8%. Tampoco los bonos en dólares son un refugio seductor. “En cuanto a la deuda soberana, los Globales en dólares sufrieron un recorte en sus precios de entre 10,4% y 15,7% a lo largo del mes”, especificó PPI.
Así, el dólar MEP -que cerro la semana en $701- será el más presionado por los que puedan comprar divisas en el mercado legal y el dólar blue por los que no, por ejemplo, los beneficiarios del nuevo IFE. En el caso del blue, contará con el amortiguador que le puede ofrecer la reaparición de la oferta por arbitraje (o puré, como se conoce en la jerga la compra de divisas en blanco para su reventa al blue por una diferencia de casi $80 por dólar). Y siempre detrás, la intervención del Banco Central para conservar al MEP separado del CCL y del blue.
Por eso, entre miércoles y el viernes el BCRA estuvo desembolsando unos USD150 millones diarios en el mercado de dólares paralelos para contener la brecha, detalló la consultora Equilibra, cuando en septiembre el promedio diario venía entorno a los USD34 millones. Solo el viernes las reservas internacionales perdieron USD140 millones. Para esta consultora el Gobierno conseguirá sostener el tipo de cambio oficial como ancla en $350 hasta las elecciones y, dependiendo de la suerte electoral de Sergio Massa, posiblemente hasta la segunda vuelta en noviembre, pero no correrán la misma suerte los dólares paralelos.
“La presión dolarizadora de carteras tiene como contrapartida el rescate de plazos fijos y fondos comunes de inversión, así como las ventas de bonos públicos en pesos, lo cual implica la caída en sus cotizaciones y, por ende, el accionar del BCRA. En tal sentido, suponemos que el mercado busca anticiparse a las turbulencias que pueden aparecer con mayor intensidad en la cercanía a las Elecciones Generales”, indicó la consultora Ecolatina.
En este sentido, Ecolatina anticipó que el dólar Vaca Muerta y el recientemente extendido dólar soja 4 serán complementados con nuevas restricciones para contener la brecha entre el oficial y el CCL que esta semana se fue al 135%. Y recordó que “mantener contenida a la brecha cambiaria es parte esencial del ‘plan Massa’: actualmente, un salto en los dólares paralelos se filtra con mayor facilidad la inflación y aumenta las expectativas de devaluación, reduciendo aún más la oferta neta de divisas”.
Así, a menos de tres semanas de que el ministro y candidato presidencial pidiera en la Plaza de Mayo a los trabajadores favorecidos por la quita del impuesto a las Ganancias “No me vayan a comprar dólares”, las señales de mercado se orientan precisamente en ese sentido. Es que con una oferta con restricciones por el lado de las importaciones, una política fiscal rápidamente expansiva del orden del 1,5% del PBI para los siguientes tres meses entre los bonos y quita de impuestos (IVA y Ganancias) financiada directa o indirectamente por emision monetaria del Banco Central, los analistas ven que la brecha cambiaria solo puede crecer, es decir, que sigan subiendo los dólares paralelos, y la inflación tiene poco espacio para bajar.
“Con un escenario financiero recalentado y un dólar oficial que seguiría actuando como ancla nominal, el escenario más probable es el de un ensanchamiento de la brecha cambiaria en el corto plazo. Así como prevemos que no habría suficientes dólares para mantener la brecha a raya, tampoco habría divisas para pagar importaciones. El combo de política fiscal expansiva para incentivar la demanda junto con limitaciones de oferta seguiría recalentando una inflación que ya llegó a dos dígitos y es cada vez menos probable que los abandone en lo que resta de 2023”, aseguraron en Equilibra.
Con una mirada de más largo plazo y a contra mano de la mayoría de sus colegas, el economista Sergio Chouza de la consultora Sarandí, consideró que el dólar blue en $800 volvió al mismo valor que tras las PASO y volverá a bajar. En este sentido, advirtió que “el que compró en aquel momento, empujado por el pánico que transmitía la oposición, perdió 20% por el costo de oportunidad del dinero. Los estafaron. Los van a volver a estafar ahora”.