Lo había adelantado el BCRA en su comunicado de la trasnoche del martes y ahora comenzó a hacerse realidad: el Gobierno gestionó un préstamos puente para lograr pagar el primer gran vencimiento de su gestión, el 21 de diciembre, con el FMI, por un total de USD900 millones. El ministro de Economía, Luis Caputo, lo negoció con el presidente ejecutivo de la CAF, Sergio Díaz-Granados, el lunes pasado y, se prevé que alcance los USD1.000 millones. La situación de las reservas disponibles y los pagos a realizar en los próximos meses es crítica y, tras la suba del 118% en el dólar mayorista el BCRA ya logró comprar USD520 millones.

La última vez que el Central había tenido dos jornadas tan buenas fue el 27 y 28 de julio, justo tres días después de la devaluación fiscal que había impulsado el exministro de Economía, Sergio Massa, que aumentaba impuestos a la importación del dólar ahorro y de las importaciones en general. En aquel entonces, se había hecho de exactamente la misma cantidad de dólares en dos días: USD520 millones. Ahora, con las compras por ese monto exacto que logró el BCRA entre este miércoles y jueves posterior a la devaluación (absoluta y fiscal), las reservas brutas siguieron creciendo y llegaron a USD21.499 millones.

Los niveles siguen siendo bajos y los pagos a afrontar altos. El próximo jueves, 21 de diciembre, hay un vencimiento de capital con el FMI. También imitando parte de la última ingeniería financiera de Massa, ahora Caputo accedió a un préstamos de la CAF, tras una negociación con Díaz-Granados, tal como publicó la agencia Reuters. Se tratá de un crédito puente, similar al que había logrado Massa con la misma institución para realizar también sendos pagos al FMI. En aquel entonces, el excandidato presidencial derrotado luego en el balotaje, había conseguido fondos de la CAF, de Qatar y del swap con China.

En la trasnoche del martes, con la negociación ya consumada, el BCRA había adelantado: "Se ha iniciado y progresado rápidamente en el dialogo formal con los organismos internacionales, incluyendo el Fondo Monetario Internacional. El objetivo central es despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados con vistas a atender los futuros vencimientos de capital. Esa incertidumbre responde a la obligación que enfrenta la Argentina de iniciar el proceso formal de solicitud de una dispensa (waiver) por el incumplimiento de las metas acordadas en agosto de este mismo año. El gobierno hará los esfuerzos necesarios para restablecer la vigencia del acuerdo firmado con el FMI y llevará a cabo negociaciones adicionales que considere contribuyan a mejorar las condiciones de financiamiento vigentes".

La seguidilla de pagos no se detiene ahí y por ende tampoco la necesidad de divisas, de ahí la devaluación realizada durante la semana, que llevó al mayorista a $800, junto con una suba del impuesto país a las importaciones, que pasó desde el 7,5% hasta el 17,5%. Encarecer las compras externas, que ahora deberán afrontar una cotización de $940 entre la devaluación absoluta y la impositiva, es un camino para mejorar las cuentas externas, al menos hasta que la inflación logre erosionar toda la mejora de la competitividad en los próximos meses(la cotización en $800 implicó llevarla al mejor nivel desde la salida de la convertibilidad). En ese sentido, se proyecta un IPC de entre 30% y 20% para todo el verano, lo que alcanzaría para empardarlos.