El consumo minorista continuó sin dar señales de repunte y, según los datos de CAME, anotó una caída del 2% mensual desestacionalizado, lo que consolidó la sexta contracción consecutiva y la octava en el año, ya que solo en marzo hubo una mejora, que por cierto fue de apenas el 0,1%. El consumo en niveles mínimos es una de las claves para que la inflación refleje un pass through de la devaluación relativamente menor. Este martes, el Indec publicará el IPC Nacional de septiembre, para el que se espera una leve aceleración, con un piso del 2%.

El director de PxQ, Emmanuel Álvarez Agis, afirmó en una entrevista con Futurock: “Para el mes que pasó, tenemos 2,1% de inflación. Y la primera semana de octubre arrancó para ir a dos décimas debajo de eso, más 1,9% que 2,1%. Con este combo de ajuste fiscal, economía importando y abriéndose de manera muy fuerte y recesión, no es raro que una devaluación no se traslade a precios. Pero la verdad es que uno mide el éxito de una política económica en situaciones deseables. Uno no prueba si se recuperó de una lesión caminando, sino en un contexto deseable: corriendo. La pregunta es si una devaluación en un contexto de crecimiento se traslada o no a precios. La economía no está creciendo, por lo cual esto no da cuenta de un cambio increíble, da cuenta de una coyuntura en la que es muy difícil recuperar márgenes en un contexto en el que el consumidor no tiene margen en el bolsillo”.

Las proyecciones de inflación van en ese sentido. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA indicó un 2,1%, según la mediana de las respuestas de las 42 consultoras y bancos de la city que formaron parte de la última encuesta. Una revisión más detallada muestra que PriceStats observó un 2,9%, BBVA Reseach un 2,4%, Eco Go proyecta un 2,3%, CERX un 2,3%, Iaraf un 2,2%, Analytica un 2,1%, Politikón un 2,1% y C&T un 2%. Y el consumo de los hogares, que mostró bajas en los números oficiales del segundo trimestre, con una caída del 1,1% desestacionalizada, y luego un desplome, según el propio Indec, para las ventas de los supermercados de 2,1%, continuó colaborando con esa situación.

Desde CAME, además de publicar la baja del 2% mensual, afirmaron: “Septiembre cerró con un retroceso generalizado en las ventas minoristas pymes, reflejando la fragilidad del consumo interno y el impacto de la incertidumbre económica y política. La pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento de los hogares y la falta de estímulos comerciales condicionaron la demanda, en un escenario donde predominan la prudencia y la expectativa de estabilidad de cara a los últimos meses del año”.

Y agregaron datos sobre los resultados de la encuesta realizada entre comerciantes: “En relación con la situación económica de los comercios, el 55% de los consultados indicó que se mantuvo igual al año pasado. Sin embargo, el 38% advirtió un empeoramiento, tres puntos porcentuales por encima de agosto, lo cual se reflejó en la reducción del porcentaje de comerciantes que percibió una mejora (7,2%)”.