El Relevamiento de Expectativas de Mercado que el BCRA da a conocer cada comienzo de mes indicó que para analistas y académicos la inflación de junio habría cedido al 7,3% achicando las proyecciones para todo el año al 142,4%. Sin embargo, para Miguel Pesce los datos posteriores, entre ellos la medición de la inflación en la Ciudad de Buenos Aires que se publicó el pasado viernes, que sugieren que la baja fue mayor y que ameritaban, por primera vez, acompañar al REM de un informe complementario.

Específicamente, la medición de la inflación porteña (IPCBA) dio 7,1%, una baja de 4 décimas respecto de su marca de mayo, en tanto que el capítulo de Alimentos y Bebidas no alcohólicas se ubicó en el 5,8% mensual. Mientras, el IPC de la Bolsa de Comercio de Bahía Blanca marcó 6,2%, con una caída mensual de 6 décimas.

“Dado que las ponderaciones de bienes y servicios entre el IPC nacional y el IPCBA son diferentes, el dato recientemente publicado implicaría una inflación que, con alta probabilidad se ubicaría por debajo del 7% mensual”, detalló el informe del BCRA.

Teniendo en cuenta las discrepancias metodológicas y geográficas del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec y el IPCBA, como así también la mayor incidencia de la quita de subsidios sobre el Área Metropolitana de Buenos Aires respecto del resto del país, el Banco Central aventuró que incluso el Indec podría marcar un retroceso mayor hasta quedar en niveles más parecidos al 6% de enero o el 6,6% de febrero.

“Teniendo en cuenta que los servicios regulados (en particular, electricidad y transporte) registraron en CABA subas superiores a las estimadas para el resto del país, el nivel general de inflación a nivel nacional podría ser incluso inferior al 6,5%”, concluyó el informe complementario.

En tanto, para julio, las proyecciones del REM muestran que la mitad de los consultados esperan a lo sumo 7,6%, medición que se incrementaría de a escalones a la zona del 7,8% pasadas las PASO y anotarían un salto al 8,5% en el mes de diciembre.