En octubre continuó el rebote de la actividad
Desde el CEP XXI afirmaron que, por segundo mes consecutivo, la industria registró una suba interanual, esta vez de 0,4%. El resto de los indicadores de la construcción, el consumo y el acero dan moderada cuenta de continuidad en las mejoras
Los primeros datos de actividad económica de octubre dan cuenta de cierta continuidad en el rebote. Por caso, el Indicador Adelantado de Producción Industrial del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), del Ministerio de Desarrollo Productivo, marcó una mejora de 0,4% interanual respecto a octubre del 2019. Pero además los números del IVA, de la construcción y la producción de acero dieron buenas señales.
Desde el CEP XXI ya adelantaron que, además del 0,4% en octubre, noviembre arrancó con una mejora de 2,5% interanual en los primeros cuatro días del mes. El Indicador refleja un cálculo propio a partir de los datos de consumo energético de las industrias publicados por Cammesa. En septiembre tuvo la capacidad de predecir una mejora en la producción del sector.
Para octubre, el 0,4% significará una desmejora respecto al 3,4% interanual que registró el Indec en septiembre. Sin embargo, el director del CEP XXI, Daniel Schteingart, afirmó en su cuenta de Twitter que eso se explica, en parte, porque octubre del 2020 tuvo un día hábil menos que el mismo mes del 2019. Y, en parte, porque septiembre del año pasado fue un mes particularmente malo, lo que dejó una baja base de comparación (de hecho, en octubre del año pasado la producción industrial saltó 4,7% mensual, tras un pozo de 4,7 en el mes previo). En definitiva, aunque hay incertidumbre, podría haber mejora mensual también en este caso.
El dato industrial que metió ruido en octubre fue el de la producción automotriz, que cayó 9,8% interanual. Hubo una interesante explicación: en octubre Toyota paró su planta para preparla al nuevo modelo de su camioneta Hilux, que se comenzó a producir en noviembre. Eso generó una producción de unos 4.000 autos menos. Sin ese factor, no se habría registrado caída interanual y la producción habría sido similar a la de septiembre. Es decir, al no deberse a un efecto de menor demanda del mercado, todo indica que en noviembre la contracción debería quedar compensada y no alterar la tendencia de recuperación.
Luego, el acero ya dio la primera buena noticia interanual desde que arrancó la pandemia. Mantuvo e incrementó levemente el ritmo de mejoras mensuales, marcó 6,9% contra septiembre, y logró quedar 0,1% por arriba de octubre del 2019. Hasta acá, desde que llegó el primer caso de Covid-19, todas las variaciones interanuales habían sido fuertemente negativas (desde 74,6% en abril hasta 11,9% en septiembre).
Los indicadores de materiales de la construcción también dan cuenta de una recuperación en esas industrias. Por un lado, los despachos de cemento, que ya habían llegado al positivo interanual en septiembre, lograron crecer 13,2% anual y 4% respecto al mes anterior. Similar desempeño mostró el Índice Construya, con una suba de 15,8% interanual y una de 3,8% mensual.
Otros ruidos aparecen en el consumo. Según el indicador de CAME, las ventas minoristas cayeron 14,9% interanual en octubre. Eso es peor que el 10,1% de septiembre. Aunque otros números, como la recaudación de IVA informada por AFIP, mostraron una mejora desde la contracción de 10,1% en septiembre a la de 5,6% que se espera para octubre, si el IPC Nacional replica una inflación similar a la esperada por el REM para el mes pasado. También los consumos con tarjeta de crédito marcaron una suba de 2% mensual real y desestacionalizado.
En ese sentido, desde BBVA mostraron, en su último informe de Seguimiento del consumo en tiempo real, una fuerte mejora en los gastos con tarjeta y se recuperó el nivel previo a la pandemia. En particular se ve un fuerte impulso en los bares y restaurantes, de la mano de la reapertura de esos locales.
Señalaron al respecto: "Al analizar la evolución del consumo con tarjetas de nuestros clientes en términos reales, se observa que se recuperó el nivel previo al comienzo de la pandemia, aunque con oscilaciones. Respecto de entonces, los consumos a través de plataformas electrónicas se duplicaron y los relacionados a construcción y hogar se incrementaron en más del 50%. Por el contrario, gastos asociados a combustibles, tecnología, ocio y turismo vieron desplomar su participación en el consumo total. A pesar de las diferentes velocidades de reactivación, la mayoría de los principales rubros mejoraron su comportamiento en la última medición".
Desde la consultora PxQ afirmaron que la incipiente recuperación depende de la estabilidad cambiaria: "Se empiezan a observar algunos signos de reactivación, aunque aún no concluyentes. Pero para que esto pueda sostenerse no solo es necesario evitar la devaluación, por su efecto sobre precios y caída de los ingresos, sino también un crecimiento desmedido de la brecha cambiaria, que dispara dinámicas negativas tanto por el lado de la demanda (baja del consumo y aumento del ahorro) como de la oferta (manejos de los stocks y aumentos de precios por cobertura). La estabilidad cambiaria, oficial y paralela, resultará clave para que 'el verde' no mate los brotes".