De la mano de la nueva regulación que le permitió a los bancos integrar sus encajes en Letras del Tesoro, el Gobierno absorbió mucha liquidez en junio y tuvo su mejor mes en cuanto a rollover y endeudamiento neto en lo que va del año. Superó en 65% a los vencimientos del mes, récord absoluto. Logró así sobrecumplir por mucho la meta de financiamiento 60-40% vía emisión y de hecho invirtió las proporciones a 40-60%. Entre ambas fuentes se hizo de $596.000 millones en lo que va del año y generó un colchón para lo que viene.

Eso sí: la última licitación dejó dos signos de pregunta: por un lado, hubo una suba de tasa en los instrumentos que ajustan por CER y, por otro, no se logró recaudar todo lo que se buscaba. El Tesoro había salido a buscar $240.000 millones en la última licitación de junio.

Logró recaudar $173.885 millones, aunque cabe destacar que ya en las licitaciones previas había absorbido una cantidad significativa de liquidez, tal como mostraron los números del mes. A los vencimientos por $244.500 millones le sumó otros $153.000 millones, alcanzando un rollover de 165%. Por lejos, el más alto de un primer semestre con buen desempeño.

En los primeros seis meses del año el Tesoro consiguió $356.000 millones, lo que implicó un rollover de 125%. Además, al compararlo con la emisión monetaria por $240.000 millones a lo largo del mismo período, se observa que hubo un sobrecumplimiento de la meta planteada por el Gobierno para la composición de su financiamiento. 

El número buscado era un 60% de maquinita y un 40% de deuda voluntaria en el mercado. La proporción quedó al revés: el BCRA lleva emitido apenas el 40% de los pesos que obtuvo el Tesoro y las licitaciones brindaron el otro 60%. 

Con todo, entre ambas fuentes de financiamiento del déficit público, se consiguieron $596.000 millones durante el primer semestre. El número supera por muchísimo al déficit primario acumulado en el mes, que, ajuste de jubilaciones, IFE, ATP y salarios públicos mediante, totalizó apenas $54.885 millones. Mucho menos de lo que se esperaba y mucho menos que los pesos de los que se hizo el Tesoro.

El economista de Ecolatina, Joaquín Waldman, explicó al respecto: “Sobre la diferencia no se habla mucho, nadie hizo una declaración al respecto. Hay una parte que va en pagos bajo la línea, devolución de amortizaciones de deuda que no consideramos cuando calculamos el rolleo neto. Deuda que no es del mercado, como el bono del plan gas o el pago de letras intrapúblicas. Tal vez eso se está pagando en lugar de rollearse. O tal vez una parte se está invirtiendo y es un colchón para los meses que vienen, que son los más complicados”.

Y agregó: “Bajo la línea hay una inversión de cuenta financiera que está siendo muy grande. Puede haber de todo ahí: un préstamos a una administración pública provincial, por dar un ejemplo posible. O plazos fijos del Tesoro para guardar el dinero para cuando se complique. O pueden estar capitalizando empresas públicas, por ejemplo. Lo que yo creo es que la primera mitad del año se usó para aprovechar que estaba más fácil todo y aliviar la cuestión financiera. Y tener un colchón para cuando la cosa se complique en la segunda mitad. Revertirlo: pedirle dinero a las empresas públicas, o que la provincia devuelva los préstamos, o hacer líquidos los plazos fijos”. 

Dentro de esa búsqueda por aliviar el panorama a futuro, en el mes el Tesoro había logrado un canje importante de una buena parte de los vencimientos de julio, que era un mes complicado. Vencían $452.944 millones. De ellos, logró achicar $188.000 millones del Boncer 2021. Ahora agosto es el cuco, con vencimientos por $433.000 millones, según el último informe de deuda en pesos publicado por la Secretaría de Finanzas.

El secretario de Finanzas, Mariano Sardi, señaló: “El resultado de hoy nos permite consolidar el financiamiento del Tesoro en el mercado de capitales local a tasas sostenibles que permiten, además, dar previsibilidad a la ejecución del programa financiero y cumplir con la composición del financiamiento previsto en el Presupuesto 2021”.

Y agregó: "La 741 ofertas recibidas son un reflejo también del amplio universo de inversores que concurren regularmente a las licitaciones del Tesoro Nacional, de las cuales unas 396 corresponden al tramo no competitivo al que concurren principalmente inversores minoristas".