Fracasó la licitación de los bonos para pagar el AF20 y crecen las chances de reperfilamiento
El Gobierno deberá optar entre emitir el dinero o postergar el vencimiento
El ministerio de Economía declaró desierta la licitación de tres bonos con los que buscaba hacerse de fondos para enfrentar el vencimiento del AF20 el jueves, por unos $100.000 millones, y no tener que apelar a la emisión monetaria del Banco Central.
Después de una jornada en donde el anuncio del resultado de la operación se demoró por varias horas -estaba previsto para las 18 pero llegó bien entradas las 20-, los temores del mercado por un reperfilamiento compulsivo o default total se vuelven cada vez más reales.
Es que la semana pasada el Palacio de Hacienda ofreció un canje voluntario del bono dual mediante tres títulos, pero sólo obtuvo el 10% de lo buscado, ya que implicaba quitas de entre 20% y 40% para los tenedores. De ahí el segundo intento de este lunes con la reapertura de los bonos, esta vez sin descuento, para hacerse de al menos una parte de lo que debe cancelar el jueves.
En el equipo de Martín Guzmán primó el silencio de radio y apenas se limitaron a enviar un comunicado de una línea, sin especificar si es que no hubo ofertas o las condiciones no convencieron a los funcionarios.
Se trata del segundo traspié que sufre el ministro después del canje fallido y del fracaso del gobernador bonaerense Axel Kicillof para diferir para mayo el pago del capital del bono BP21, que al final tuvo que saldar en tiempo y forma.
Por lo pronto, Economía volverá a probar suerte con una Letra del Tesoro en pesos que ajusta por tasa Badlar (Lebad), aunque difícilmente logre juntar una cifra que permita ayudar a pagar el abultado vencimiento del AF20.
Si el Tesoro no cuenta con esos fondos, podría apelar a los Adelantos Transitorios del Banco Central, aunque estos ya están cerca de su límite legal. La otra alternativa sería usar las utilidades de la autoridad monetaria. En cualquier caso, ninguna de estas dos opciones serían inocuas para el mercado cambiario por el impacto que podrían tener sobre las cotizaciones del paralelas, en un momento en donde el Gobierno intenta estabilizar la macroeconomía y las expectativas.
Tampoco debería descartarse un reperfilamiento del bono dual, que no es otra cosa que un default elegante, en donde se define compulsivamente un nuevo plazo de pago para los títulos, tal como hizo el ex ministro Hernán Lacunza y que Guzmán deshizo en parte para la deuda en pesos, al tiempo que difirió las de las letras en dólares.
Salvo, claro, que se opte por una cesación de pagos total, justo en la misma semana en donde llega la visita del Fondo Monetario Internacional a Buenos Aires. O un canje compulsivo por otro bono con otras condiciones.
"Aumentan las chances de un reperfilamiento, aunque en mi visión es preferible pagar con emisión monetaria y luego controlar esa expansión vía tasa y esterilización", consideró Federico Furiase, de Eco/Go.
"Un reperfilamiento sería mucho más dañino porque no hay vuelta atrás, en un momento en donde Economía intenta estabilizar la curva de rendimientos en pesos, y además también podría traer presión sobre los tipo de cambio alternativos", evaluó.