El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundirá mañana el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto, en un contexto diferente al esperado cuando se fijó el calendario de publicaciones, a raíz de la suba en la cotización del dólar tras el resultado de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre.

Ese incremento en el valor de la divisa configuró un escenario distinto al de días atrás, si se tiene en cuenta que la cotización promedio del dólar minorista en agosto fue de $1.340,11, con extremos de $1.375,79 el primer día del mes y de $1.311,41 el jueves 14.

 

¿Fenómeno monetario o pass-through?

 

Si bien no se puede anticipar la cotización promedio en un septiembre que transita por sus primeros días, el cierre del lunes marca un incremento del 6,3% respecto del nivel medio del mes anterior, lo que abre interrogantes acerca del comportamiento que tendrán los precios de los diferentes bienes y servicios de consumo masivo.

En ese sentido, debe tenerse en cuenta que, más allá de las fundamentaciones monetarias que suele señalar el presidente Javier Milei, el precio de los combustibles líquidos se ajusta, entre otras variables, en función de la paridad cambiaria, y eso podría trasladarse al resto de los productos, dado el impacto que tienen en el transporte de la mercadería.

En varias ocasiones, Milei enfatizó que la inflación es un fenómeno exclusivamente monetario y refutó las teorías que avalan el denominado pass-through, que señala que las variaciones en la paridad cambiara tarde o temprano se trasladan a los precios de toda la economía.

 

De cuánto será la inflación de agosto

 

La mayoría de las consultoras estimó una inflación en torno al 2% para agosto, según informes en los que los porcentajes oscilaron entre el 1,7% y el 2,1%, en tanto el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) recopilado por el Banco Central entre diferentes entidades arrojó un promedio del 2,1%, cuatro décimas más que la proyección que se había adelantado en la consulta anterior.

Esas estimaciones contrastaron con el IPC difundido este lunes por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba), que informó para el distrito una inflación del 1,6% para agosto, no solo inferior a la suba esperada sino también una desaceleración de casi un punto porcentual respecto del 2,5% de julio.

En contraste con lo ocurrido en julio, cuando por efecto estacional de las vacaciones de invierno y cambio de temporada aumentaron los rubros vinculados al turismo (Restaurantes y hoteles, Transporte, Indumentaria), agosto mostró un descenso en esas franjas que ayudó a atenuar subas en otros sectores.

 

En 18 de los últimos 19 meses, la inflación porteña fue superior a la nacional reportada por el Indec, aunque se cree que en esta oportunidad el IPC que informe el organismo dirigido por Marco Lavagna se aparte de esa tendencia y refleje un alza mayor.

 

Las diferencias con CABA

 

Los índices de precios al consumidor informados periódicamente por Indec e Idecba suelen no coincidir por tratarse de universos diferentes, ya que el ente nacional mide un universo que abarca todas las regiones del país, con realidades diferentes a la de la Ciudad de Buenos Aires.

Por ejemplo, los gastos en alquileres y expensas tienen en el distrito porteño un impacto que no guarda relación con el que presentan las 23 provincias, ya que es el único lugar del país en el que la mayoría de la población vive en edificios de departamentos.

 

Asimismo, el uso del transporte público es más frecuente que en otros puntos de la Argentina, no solo en lo que se refiere a colectivos sino a trenes y, en particular, el subterráneo, que no existe en el resto del país.

Pero además, la metodología empleada también muestra disparidades: el Indec aún se vale de una canasta de consumos que data de 2004, con una menor participación de los gastos en servicios que en la actualidad, en tanto Idecba ya utiliza desde el año pasado la canasta de 2018 elaborada por el propio organismo estadístico nacional.