La inflación de 2,4% en noviembre que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) tomó por sorpresa a todas las consultoras, al punto que ninguna había dado una estimación aproximada a ese porcentaje, pero también marcó una diferencia de ocho décimas de punto con el 3,2% que dio a conocer para el mismo período el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba).

Los porcentajes no tienen por qué coincidir al tratarse de diferentes universos (el Indec toma a todo el país y el Idecba al distrito porteño) y distintas canastas de consumo, pero la disparidad también quedó en evidencia en la medición desagregada del organismo nacional correspondiente al Gran Buenos Aires.

Si bien en este caso tampoco el universo es el mismo (el GBA, además de CABA, incluye a los partidos del conurbano), las disparidades fueron aún mayores a las registradas en el nivel general, al punto que en el capítulo Alimentos y bebidas no alcohólicas la medición del Idecba (1,7%) casi duplica a la del Indec (0,9%).

 

Diferentes mediciones

 

En la medición del nivel general, debe tenerse en cuenta que en la ponderación de CABA hay una mayor participación porcentual de determinados servicios que no tienen una importancia significativa en el resto del país (expensas, taxis) o directamente no existen (subtes).

Pero en el caso de los alimentos, más allá de las diferentes composiciones de las canastas regionales, las brechas llegan a casi el 16% en el caso de la medición del kilo de tomate, 29% en el de la carne picada y 35% en el de la papa, productos que integran los consumos básicos de la mayor parte de la población.

Las diferencias por capítulos y rubros

Además de la diferencia entre el 2,4% y el 3,2%, el Indec y el Idecba mostraron brechas en otros guarismos y en su gran mayoría los porcentajes del ente nacional fueron inferiores a los del porteño.

Dentro del capítulo Alimentos y bebidas no alcohólicas, en el caso específico de los alimentos el organismo dirigido por Marco Lavagna expuso un alza del 0,5% para la región del Gran Buenos Aires, en tanto el conducido por José María Donati mostró un aumento del 1,4%.

En rubro con la brecha más marcada fue el de Verduras, tubérculos y legumbres, históricamente signado por las oscilaciones estacionales: la caída del 12,9% reflejada por el Indec para el GBA fue 5,7 puntos mayor que el descenso del 7,2% informado por Idecba.

En el caso del rubro Carne y derivados, la relación fue inversa, ya que para el Indec la variación fue del 2,6%, superior al 2,3% de su homólogo porteño.

Las principales diferencias en precios de alimentos
 

El relevamiento de los principales bienes de consumo masivo que realizan periódicamente los dos organismos tuvo en la mayoría de los casos precios mayores para el mismo producto en el relevamiento del Idecba.

No obstante, hubo dos excepciones: el pote de 200 gramos de manteca fue un 4,52% más barato en la medición porteña ($ 3.092,53) que en la que el Indec hizo en la región del Gran Buenos Aires ($ 3.239,06) y también el kilo de pan francés tipo flauta fue un 4,52% más económico ($ 2.878,79 vs $ 3.040,97).

El kilo de cuadril fue 5,12% más caro en la medición del Idecba ($ 9.598,96 y $ 9.131,39), así como el envase de cuatro hamburguesas costó un 10,02% más ($ 4.439,23 y $ 4.034,79).

La diferencia sube al 11,29% en el kilo de cebolla ($ 1.177,17 y $ 1.057,72), al 15.30% en los 400 centímetros cúbicos de champú ($ 5.510,29 y $ 4.779,16) y al 15,90% en el kilo de tomate redondo ($ 2.338,91 y $ 2.018,04).

Los casos de mayor brecha porcentual fueron los del kilo de carne picada, con un 28,98% ($ 9.598,96 para Idecba y $ 9.131,39 para Indec) y 34,79% en el kilo de papa ($ 1.613,81 y $ 1.197,23, respectivamente).