La actividad económica cerró el primer semestre del año con una caída de 1,9% en términos reales, a pesar de que el arranque del 2023 había sido positivo. Además, el segundo trimestre presentó una baja de 2,5% real en comparación con le primer trimestre. Por la sequía, la mayor incidencia negativa estuvo en agricultura con un desplome del 40% interanual. Tras la suba del 22% del dólar oficial, analistas tuvieron que acomodar a la baja las previsiones del PBI hacia fin de año. 

Según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de junio de 2023, diez sectores registraron subas en comparación con junio 2022, entre los que se destacaron Hoteles y restaurantes (8,8%) y minería (7,9%). 

Por su parte, cinco sectores de actividad cayeron en la variación interanual, entre los que se destacaron agricultura (40,4%) e Industria manufacturera (3,6%). El primero es, además, el de mayor incidencia negativa: aportó 3,7 puntos porcentuales a la caída interanual del EMAE.

Luego de la devaluación aplicada después de las PASO y su rápido traslado a precios, analistas prevén que el efecto en la actividad será negativo y modificaron a la baja sus proyecciones. Por lo tanto, el derrumbe del PBI llegará a 2,7% para el cierre de 2023.