La industria brasileña cayó 1,1% durante 2019 y en Argentina se esperanzan con la recuperación
El descenso rompió con dos años en positivo
La actividad industrial brasileña cayó en un pozo durante el 2019, con un saldo negativo de 1,1% que interrumpió dos años de crecimiento en la producción manufacturera. A pesar de los buenos augurios de inicios del año pasado, las fábricas de Brasil sintieron el golpe de una economía casi paralizada en el país gobernador por Jair Bolsonaro. Ese escenario ayudó a profundizar el mal estado de la industria argentina, que ahora espera además de una mejora en la cuestión interna que el principal socio comercial recupere su poder y traccione a la producción local.
El instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) señaló que la industria se contrajo 0,7% en diciembre respecto del mes previo, lo que significó el peor resultado para ese mes desde el 2015. De ese modo se confirmó la pésima performance de las fábricas brasileñas, que acumuló una caída de 1,1 % durante el año pasado y cortó con dos crecimientos durante 2017 (1%) y 2018 (2,5%).
La reducción de la actividad fabril en el país vecino es un mal dato para la producción local debido a su correlato con la economía general de Brasil. Esta situación generó inquietud entre los empresarios de la UIA porque ante la recesión argentina, se esperaba un empujón que nunca llegó desde el otro lado de la frontera. Este año se renovaron las expectativas.
El integrante del Comité Ejecutivo de la central fabril y referente salteño de las economías regionales, José Urtubey, buscó llevar el análisis hacia el futuro: "A Brasil hay que mirarlo de acá en adelante para ver qué recuperación tiene. Aparentemente el 2020 será un mejor año en términos económicos respecto de 2019, y eso va a ser positivo para la Argentina".
El referente fabril auguró en el plano local "una menor caída que en 2019" aunque sostuvo que "dependerá mucho del equilibrio macroeconómico a partir de si se resuelve o no el tema de la deuda".
La caída de la industria brasileña se explicó con la caída de 16 de 26 sectores, entre ellos la industria extractiva con una caída de 9,7%.
Las actividades relacionadas con la metalurgia también cerraron el 2019 en negativo, con un 2,9% a la baja, como también la industria de celulosa y papel (-3,9 %) y la manutención y reparación de máquinas y equipos (-9,1 %), entre otras.
La industria de alimentos, la de producción de vehículos y la de productos derivados del petróleo y biocombustibles, sin embargo, cerraron el 2019 en alza, con crecimientos de 1,6%, 2,1%, y 1,7%, respectivamente.
En 2017 la economía brasileña creció 1,3 %, crecimiento que sostuvo en el 2018, mientras que en 2019 alcanzó el 1,2%, según las proyecciones del mercado financiero a la espera de datos oficiales del Gobierno, reportó la agencia EFE.
La industria brasileña se recupera todavía de la crisis que el país atravesó en 2015 y 2016, cuando el Producto Bruto Interno (PBI) cayó cerca de 7%, en la que fue su peor recesión en las últimas décadas.