La inflación de abril saltó al 8,4%, informó este viernes el Indec, superando casi por un punto las proyecciones privadas. De esta forma, en los primeros cuatro meses del año, los precios acumularon un alza del 32%, lo que eleva el dato interanual al 108,8%. Con este dato, se confirma que la tasa de interés de referencia del Banco Central volvió a quedar atrasada respecto de los precios y que Miguel Pesce deberá volver a subirla para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario además de evitar una nueva corrida de los ahorristas a los dólares paralelos.

Las estimaciones del mercado para abril se habían ubicado en 7,5%, por debajo de la marca del 7,7% de marzo, incluso con el fogonazo sobre los precios que significó la corrida sobre la brecha cambiaria de la última semana del mes. Con la fuerte suba de abril,  el Índice de Precios al Consumidor acumula cinco meses consecutivos en alza.

En esta oportunidad, con un aumento del 10,8% mensual el capítulo Prendas de Vestir y Calzado fue el que lideró las subas. En segundo lugar quedó Alimentos y Bebidas no alcohólicas con 10,1% y en tercer puesto, Restaurantes y Hoteles con el 9,9%.

Alimentos, el capítulo de mayor peso en el IPC "fue el que más incidió en todas las regiones. Al interior de la división, impactó la suba de Carnes y derivados, y de Verduras, tubérculos y legumbres, seguidas por Leche, productos lácteos y huevos; y finalmente Pan y Cereales", señaló el Indec. Con esta suba acumuló una escalada interanual del 115%, sensiblemente por encima del 74,9% que supo alcanzar en 2002 tras la salida de la convertibilidad.

El 8,4% a nivel nacional estuvo concentrado en el Gran Buenos Aires, donde los precios avanzaron 8,6% -sensiblemente por arriba del 7,8% relevado por las estadísiticas del Gobierno de la Ciudad- y en  la región Pampeana (8,5%). El resto de las regiones del país quedaron por debajo de la media nacional: Noreste (8,3%), Patagonia (8,1%), Noreste (7,7%) y Cuyo (7,2%).

A nivel de las categorías, los estacionales lideraron el aumento al subir 12,6% de la mano de los precios de la indumentaria. En el otro extremo, los regulados registraron un incremento de 4,9%, ya que el aumento en las tarifas se hará más notorio a partir de mayo.

Por su parte, la infación núcleo quedó en 8,4%. Este dato es importante porque marca la tendencia del 70% de la canasta de bienes y servicios cuyos precios releva el Indec que no son ni estacionales ni regulados y ayuda a anticipar el arrastre para el próximo mes. Al respecto, la consultora EcoGo ya había adelantado su primera proyección para mayo: 8,3%.

"Las políticas socioeconómicas que se vienen tomando, como así también la falta de ideas y soluciones reales, afectan dramáticamente a toda la sociedad. Estamos siendo testigos de la sistemática pulverización del poder adquisitivo de los argentinos”, interpretó desde una óptica microeconómica Daniel Adler, especialista en educación financiera y emprendedurismo.

Desde una mirada macro, este golpe al poder adquisitivo agrava las previsiones de caída del consumo como motor del PBI para el resto del año que ya hablan de una caída del 3%. Además, suma presión sobre las variables financieras más sensibles, la brecha cambiaria y la tasa de interés. Es que este ritmo inflacionario obliga al Banco Central a revisar su ritmo de microdevaluaciones diarias, lo que le resta atractivo al Programa de Incentivo Exportador con el dólar a $300, como así también la tasa de interés de referencia. En este caso, no solo porque mantener la tasa de interés por encima de la inflación es una exigencia del FMI -acualmente está en 91% nominal anual o 7,59% mensual-, sino porque empuja a los ahorristas a abandonar los plazos fijos en pesos y refugiarse en activos indexados o en dólares para protegerse contra la inflación, lo que podría propulsar una nueva corrida en los dólares paralelos.