Las paritarias como respuesta a la potente aceleración inflacionaria hicieron algo de su trabajo en marzo: el salario real de los trabajadores formales creció 2,9% mensual, de la mano de las revisiones y las clausulas gatillo. La mejora nominal para el sector privado fue de 7,9%, lo que para algunos analistas se lee como una nueva señal de que la nominalidad se sigue acercando al 8%, tal como muestra el IPC mensual, la tasa de interés y el crawling peg del BCRA. Con todo, en lo que va del año, pese al pico inflacionario histórico, los salarios registrados lograron ganarle por poco al IPC, con una mejora de 0,6% real, aunque los privados en sí van algo por debajo.

El Indec publicó en la tarde del miércoles el Informe de Salarios correspondiente a marzo, que mostró una suba de 7,9% para el sector privado registrado y de 16,3% para los públicos registrados. Vale recordar en ese sentido que aunque el Indec muestra también la variación de los privados no registrados, en realidad ese dato se consigue a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que en realidad todavía está en campo para intentar determinar cómo fue su variación en marzo. Es decir, ese número se publica con cinco meses de rezago y no permite comparar contra el IPC de marzo.

En total, entre privados y públicos registrados la mejora del total de los formales fue de 10,9%, lo que estuvo bastante por encima del 7,7% de inflación de ese mes. Lo que explicó esa mejora en términos reales fue la negociación paritaria, con sus reaperturas disparadas justamente por los altos niveles inflacionarios.

Lo explicó la consultora ACM: "Esta suba promedio de los salarios que se observa en marzo es, en cierta forma, consistente con la escalada de precios que generó revisiones salariales y consecuentemente la activación de "clausulas gatillos", muchas ocurridas en el mes de análisis. Dicho esto, sigue siendo esperable que los salarios vuelvan a presentar una caída en relación a la inflación". 

El director de Analytica, Claudio Caprarulo, destacó el aporte que el nuevo ritmo al que se ven obligados a moverse los salarios da cuenta del piso nominal al que empieza a manejarse la economía: "En marzo 7,9% crecieron los salarios en el sector privado registrado y 16,3% en el público. Sin bien hay estacionalidad por el impacto de las paritarias, 2 conclusiones: por un lado, la nominalidad va camino a estacionarse cerca del 8% mensual; por otro, la brecha formal versus informal sigue". 

Entre enero y marzo los salarios privados registrados subieron 20,6%, lo que implicó una caída real de 0,9%, frente una inflación acumulada de 21,7% en ese período. En cambio, los públicos subieron 25,5%, lo que implicó un alza de 3,1% real. Tomando a ambos se puede determinar la mejora de los registrados en general, que fue de 0,6% real.

Aun así, la mejora no alcanza para revertir una dinámica que viene en caída desde hace años. La consultora LCG remarcó lo abultado de esa cuenta negativa: "Mientras que los trabajadores registrados muestran una caída del 18,4% respecto al período mencionado, los trabajadores informales resultan los más afectados con una pérdida de más del doble, llegando al 41,8%".