La inflación de marzo fue del 6,7%, dos puntos más que en febrero. En el acumulado interanual, la variación de precios que mide el Indec ya se ubica en el 55,1 por ciento. El aumento de alimentos y bebidas fue del 7,2%, con fuertes alzas en pan, cereales, leche, productos lácteos y huevos. Y si bien registró una fluctuación por encima de la media, fue 0,3 puntos porcentuales menos que en febrero.

"Esto demuestra que las canastas de precios y los fideicomisos de harina, fideos y aceite funcionan, ya que sirvieron para anclar el índice ante el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania", explicaron a BAE Negocios desde el Poder Ejecutivo. De hecho, el precio del aceite de girasol se retrotrajo un 1%. Aunque hay un dato que alerta al equipo económico: el fideicomiso del aceite cuenta con recursos para subsidiar este producto hasta junio.

Lo que más aumentó en marzo fue el rubro educación (23%), en coincidencia con el inicio de clase y el ajuste en las cuotas de los colegios privados y textiles (10%). Sin embargo, alimentos es lo que lidera con una variación interanual del 59,7 por ciento que ya llega al 60 por ciento en el Gran Buenos Aires.

Si a principio de año el piso inflacionario era 50 puntos, 2 más que el techo establecido en el acuerdo con el FMI, esa meta ya se habría corrido al 60%, tal como sostuvo el último informe de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo (FIDE) o incluso un poco más.

“Aun con una desaceleración de la inflación a niveles del 4% mensual en los próximos meses, a diciembre llegaría a 65% anual. Pero esta desaceleración deberá darse en un contexto en el cual las anclas nominales que primaron el año pasado comenzarán a levantarse en el marco de lo acordado con el FMI, básicamente tipo de cambio y tarifas. Y, sobre esto, el escenario internacional seguirá sumando presión tanto por el efecto posterior a la emisión por la pandemia como por el impacto de la guerra sobre la producción de alimentos y combustibles”, indicó un informe de la Consultora ICG.

Hasta ahora, el Gobierno nacional no lanzó ninguna medida estructural para avanzar contra la inflación, más allá del aumento de tasas o las canastas de alimentos, que en realidad serían acciones de microeconomía como las definió Roberto Feletti, secretario de Comercio interior.

“Una estrategia antiinflacionaria tiene costos, pero es peor no afrontar de raíz el problema. La sociedad está demandando una respuesta a este flagelo que es su principal preocupación económica. Planes como el Plan Austral en 1985, el Plan de Convertibilidad en 1991, además del Plan 2002-2003, con sus virtudes, sin sus errores o limitaciones y adaptados al contexto global y local, pueden bajar significativamente la inflación”, explicó Alejandro Vanoli, ex titular del Banco Central.

En abril se esperan aumento en las prepagas (6%), con lo que acumularían un incremento del 12%. También se oficializaron subas en los servicios de cable e internet, que oscilarán entre el 10 y 13 por ciento. Con esta suba, la canasta tecnológica registrará un incremento acumulado del 24%. Sin embargo, la clave estará en el rubro alimentos, donde debería haber un impacto pleno de las canastas de proximidad, la canasta de frutas y verduras y el relanzamiento de Precios Cuidados.

“Durante abril se implementará el bono de $6000 a jubilados y pensionados, el incremento de 50% del monto de la tarjeta Alimentar, y varias actualizaciones salariales y adelanto de paritarias. Para algunos sectores concentrados, esta mejora en los ingresos es interpretada como carta blanca para remarcar y mantener márgenes de rentabilidad. Habrá que estar atentos a estos movimientos”, advirtieron desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).