La industria sigue lejos de mostrar los niveles de actividad del año pasado, principalmente en los sectores ligados a la demanda interna. En mayo, la industria automotriz disminuyó casi un 28% su producción, mientras que dentro del sector siderúrgico ya hay fábricas que comenzaron a suspender su actividad, como es el caso de Acindar, producto del desplome de la demanda de las otras ramas de la actividad. Además, en lo que va del año, la industria de los minerales no metálicos, sector ligado a la construcción, acumula un desplome del 31,4%, seguido del rubro automotor y de metales básicos, según datos de FIEL. 

De acuerdo al think tank liberal el mes pasado "el mayor retroceso lo registró la producción de automóviles afectada por el desastre ambiental en Rio Grande del Sur que provocó problemas en el abastecimiento de autopartes generando paradas esporádicas en las terminales, que arrastraron a la baja a la producción de la rama en su conjunto". Según datos de ADEFA, la producción de autos cayó un 27,9% interanual. 

A su vez, las ventas a concesionarias y los patentamientos volvieron a mostrar una caída interanual, también del 27,9%, como también sucedió con las exportaciones, con un 24,1%. En el acumulado de los primeros cinco meses de 2024, la caída del sector es de 23,8%, de acuerdo a mediciones de FIEL. 

De hecho, las principales automotrices detuvieron su producción esta semana. Toyota, la principal fabricante automotriz del país, suspendió su producción debido a problemas logísticos. La compañía señaló que la falta de piezas importadas fue un factor crucial, exacerbado por problemas con la llegada de buques.

Fiat enfrenta una situación similar. La planta en Córdoba detuvo sus operaciones debido a la falta de componentes esenciales provenientes de Brasil. General Motors en Santa Fe decidió suspender toda actividad durante la semana, alineándose con la tendencia general del sector

En la planta de Santa Isabel, Córdoba, que produce vehículos para Renault y Nissan, se tomó la decisión de detener la producción, una medida que había sido comunicada al personal con diez días de anticipación. La razón principal es la adecuación de la producción al actual nivel de demanda. 

En mayo, la segunda mayor caída entre los sectores de actividad que midió el centro de estudios lo mostró la producción de minerales no metálicos, industria ligada directamente a la construcción. En concreto, los despachos de cemento cayeron un 27,1% contra mayo de 2023, según datos de la AFCP. Pese a eso, FIEL destacó que "por segundo mes redujo el retroceso interanual acompañado de una nueva mejora mensual a la par del repunte de ventas de insumos de la construcción". 

Dentro de las industrias metálicas básicas, que arrastran una baja del 17,3% en el acumulado hasta mayo, "la siderurgia muestra un pobre desempeño debido a la debilidad de los sectores conexos". En este sentido, FIEL también comentó que "se ha anticipado el freno de la actividad desde mediados de junio y hasta la mitad de julio en plantas de una de las principales firmas del sector", en referencia a Acindar. 

Según la empresa metalúrgica, el viernes pasado se suspendieron las actividades en el área de reducción directa, que se encarga del procesamiento del hierro y este jueves se sumará la acería. La próxima semana también se frenarán los trenes laminadores y la fabricación de alambres. En noviembre del año pasado, la planta empleaba a 1.150 trabajadores, pero ha reducido su plantilla a cerca de 1.000 a través de la no renovación de contratos y retiros voluntarios, una medida se extenderá hasta diciembre de este año.

A nivel general, el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL registró en mayo una caída interanual de 10,9%, en línea con la baja del 11,3% interanual en la demanda industrial de energía eléctrica que registró Cammesa.