Malestar en la pesca por su exclusión en la baja de retenciones

La industria pesquera se quejó por haber sido excluida de la reducción de retenciones que beneficiará al campo. La alerta sobre “quebrantos inminentes” resuena en Mar del Plata y más allá

BAE Negocios

La industria pesquera argentina expresó su "sorpresa y profunda preocupación" por haber quedado fuera de la bajada de retenciones que regirá a partir de febrero para los productores del campo. En un contexto donde el Gobierno de Javier Milei decidió reducir retenciones para cultivos clave como la soja, el trigo y el maíz, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (C.A.P.I.P.) marcaron que el sector se sintió relegado, advirtiendo sobre "inminentes quebrantos".

Los empresarios pesqueros enfatizaron que la combinación de "altos costos de actividad" y una "elevada carga tributaria" colocó al sector en una encrucijada peligrosa. Esta carga se agravó con el incremento del Derechos Únicos de Extracción (DUE), que, en diciembre pasado, experimentó un aumento significativo. Según los referentes del sector, esta situación puso en riesgo la continuidad de pesquerías vitales que ya enfrentaban dificultades.

Las retenciones que gravan la actividad pesquera oscilan entre el 1% y el 9%, dependiendo del volumen y del valor agregado. El promedio se situó entre el 5,5%. Sin embargo, la situación se complicó aún más para aquellos que exportaron a mercados como la Unión Europea, donde los langostinos enfrentaron un arancel de ingreso del 14%. En este marco, los pescadores sostuvieron que el sector no solo aportó divisas, sino que también fue un motor de desarrollo regional, generando miles de empleos directos e indirectos.

Un comunicado conjunto de ambas cámaras señaló que "la decisión de excluir al sector pesquero de la reducción de retenciones anunciada puso en riesgo un sistema productivo que es clave para la economía regional". Este sector, con más de 150 años de historia, se presentó como la principal economía regional del país, crucial para provincias como Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Cada año, procesó 793.000 toneladas de productos pesqueros y generó más de 46.000 empleos directos, con salarios que figuran entre los más altos del país.

El hecho de ser "la única economía regional excluida" del anuncio del Gobierno generó un descontento palpable en Mar del Plata, donde los pescadores solicitaron "inmediata inclusión" en el régimen de reducción de retenciones. La alerta se hizo eco de una "situación de quebranto inminente" provocada por la caída del precio internacional de los productos, sumada a los costos operativos y fiscales que enfrentó el sector.

Entre 2020 y 2023 la pesca representó el octavo complejo productivo, con un 80% de las exportaciones concentradas en langostinos, calamares y merluzas.

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