El resultado financiero devengado de enero alcanzó el nivel más alto desde la asunción de Javier Milei a la Presidencia, con un superávit de $3,7 billones, de acuerdo con el informe dado a conocer por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

El saldo favorable es un 56% mayor al de enero de 2024 en términos reales, aunque el organismo bicameral advirtió que aún “no se encuentran regularizados presupuestariamente el registro de aproximadamente $1,5 billones de gastos en intereses correspondientes a los pagos de servicios de bonos en moneda extranjera con vencimiento en enero”.

El informe de la OPC se anticipó al que dará a conocer el lunes 17 de febrero el Ministerio de Economía, aunque los números diferirán por tratarse de metodologías diferentes: la OPC considera la etapa devengada de los gastos de la Administración Pública Nacional (APN), en tanto Hacienda toma la etapa pagada del Sector Público No Financiero, que también incluye a las empresas públicas y los fondos fiduciarios.

 

Las razones del superávit

 

Por cuestiones estacionales -básicamente, pagos de aguinaldo y revisión de contratos al inicio de cada ejercicio anual- diciembre y enero son meses en los que el resultado devengado es, respectivamente, deficitario y superavitario, aunque los términos suelen invertirse en el pagado.

No obstante, el mes pasado tuvo un superávit que, en términos nominales, no tiene antecedentes en toda la historia fiscal de la Argentina y, a valores constantes, supera en un 56% al del mismo mes del año pasado, aunque esta mejora podría verse opacada una vez que se computen los gastos de deuda señalados.

Tal como venía ocurriendo desde fines de 2024, en esta ocasión hubo una mejora real en los ingresos (1%) y una reducción del gasto total (-14,3%), aunque con comportamientos heterogéneos en los dos casos.

 

Más gasto en jubilaciones

 

Por primera vez, el gasto primario (sin considerar los servicios de deuda) tuvo un alza interanual real, en este caso del 20,7%, impulsado principalmente por un aumento a valores constantes de los gastos en jubilaciones y pensiones, que desde noviembre del año pasado revirtieron la tendencia negativa de los primeros meses de 2024.

La OPC señaló que esos gastos previsionales ascendieron en enero a $3,72 billones, con un incremento real del 26,5%, atribuido por el organismo al “nuevo esquema de movilidad y baja de la inflación”.

Por su parte, las prestaciones del PAMI, aunque tuvieron un monto inferior ($190.000 millones), mostraron un alza interanual del 129,6%.

 

Más ingresos

 

En 2024, las mejoras interanuales en los resultados fiscales de cada mes se debían a un significativo recorte en los gastos totales que permitían compensar la caída en los ingresos, pero el informe de la OPC dejó en evidencia que el mes pasado el recorte del gasto fue de menor intensidad que en meses anteriores y, además hubo un incremento en los ingresos.

Esa dinámica podría ser una constante a lo largo de 2025, tanto por una mejora en el nivel de actividad económica en los ingresos, como por recortes en el gasto que ya no tendrán un impacto porcentual considerable, dada la diferente base de comparación.

Los ingresos de la APN alcanzaron en enero a $10,6 billones, con una caída del 12,1% en los ingresos impositivos, principalmente por el fin del impuesto PAIS y la baja en los recursos del comercio exterior, pero fueron compensados con un alza del 38,6% en los ingresos por Seguridad Social.