Monotech: el monotributo que permitirá trabajar para el exterior sin perder ingresos
El ministerio de Economía trabaja en un proyecto de ley para aquellos que facturan en el exterior pero viven en Argentina. Quiénes podrían acceder y qué beneficios tendrían
El ministerio de Economía trabaja sobre el proyecto de ley Monotributo Tech: una iniciativa para que todos aquellos profesionales que viven en Argentina pero facturan en el exterior puedan cobrar sus sueldos y honorarios sin perder poder adquisitivo por comisiones. Además, permitirá acceder a una obra social, asignaciones familiares y aportes previsionales. ¿A quiénes está dirigido y de qué se trata?
El nuevo Régimen Tributario Simplificado y Cambiario para Pequeños Contribuyentes
Tecnológicos comenzó a debatirse este martes en la comisión de Presupuesto y Hacienda de
la Cámara de Diputados y está a cargo de la Secretaría de Economía del Conocimiento, a cargo de Ariel Sujarchuk, y la Afip.
El nuevo Régimen será compatible con el Régimen General, el Régimen Simplificado y con
empleados en relación de dependencia, siempre que la inscripción sea por desarrollar una
actividad diferente a la que alcanza el Mono-Tech.
El secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, indicó que "este proyecto promueve el desarrollo de la actividad de profesionales autónomos y talentos de distintas ramas basadas en el conocimiento que hoy exportan servicios al exterior".
El funcionario aseguró: "Desde el Estado tenemos que dar una herramienta clara y simple para que las personas que trabajan para el exterior puedan facturar sus servicios de manera simple con acceso al sistema tributario nacional, hoy es una necesidad ampliar derechos entre un sector que se encuentra en la informalidad”.
Actualmente, la Economía del Conocimiento es el tercer exportador del país que generó divisas por USD 7.000 millones en 2022 y que prevé superar los USD 9.000 millones en exportaciones este año.
De qué se trataSi bien es un régimen que todavía no se aprobó en el Congreso, Sujarchuk argumentó que "hoy es una necesidad ampliar derechos entre un sector que se encuentra en la informalidad". Así y con el solo hecho de registrarse en las categorías de monotributo que habilitaría el nuevo Régimen, los trabajadores individuales que exportan servicios al exterior podrán
acceder a una serie de beneficios y derechos propios de la formalización, tales como una obra social, asignaciones familiares y créditos, entre otros.
Además, contribuirá a la economía nacional general al lograr aumentar la recaudación de
divisas por servicios de exportación hasta el momento no registrados.
Los requisitos para incorporarse serán:
- Residir en Argentina.
- Ser persona humana.
- Que los ingresos de los últimos 12 meses sean inferiores o iguales a una de las tres categorías dispuestas para el nuevo monotributo de hasta USD 10.000, USD 20.000 o USD 30.000 anuales.
Podrán acceder:
- Programadores.
- Informáticos.
- Periodistas.
- Docentes universitarios.
- Gamers.
- Arquitectos.
- Guionistas.
- Traductores.
- Todos aquellos que exporten servicios basados en el conocimiento al exterior.
Florencia tiene 40 años y es licenciada en Relaciones Internacionales y se desempeña como consultora en Educación Digital para una ONG de Chile y contó: “Actualmente, una de las complejidades con las que cuento es no poder percibir directamente mis honorarios profesionales en una cuenta en Argentina, lo que me impide tener la certeza de saber cuándo voy a contar con esa plata".
“Este régimen me permitiría hacer todos los aportes de manera transparente, realizar mis aportes previsionales y poder acceder a mi sueldo en el país”, concluyó.
Otro caso repetido en el sector del software es el de Federico de 33 años, un programador freelance que presta servicios para una empresa de Estados Unidos quien indicó: “Si bien es un buen ingreso también es un problema acceder a esa plata porque siempre estás al margen. Lo ideal sería cobrar como cualquier otro sueldo y tener aportes, obra social y estar en blanco en el sistema como todo trabajo legítimo”.
“Uno termina pagando un montón de comisiones en el medio para poder usar la plata que, en definitiva, sería lo mismo que pagar el monotributo o los impuestos correspondientes. En vez de que esa plata vaya al Estado y de que entren dólares genuinos al país, termina yéndose en un intermediario”, agregó.
Otro caso es el de Pedro, arquitecto de 27 años que también trabaja para una empresa de Estados Unidos en la que desarrolla proyectos de paisajismo y de diseño exterior para viviendas unifamiliares. Se encarga de los planos y de la presentación en imágenes 3D para los clientes.
“El Monotributo-Tech podría beneficiarme de múltiples maneras, pero creo que la más importante sería permitirme ingresar al sistema tributario, poder aportar, acceder a créditos y a las distintas ventajas que implican estar en blanco. En definitiva, beneficiarse del trabajo que uno hace con tanto esfuerzo sin correr con la desventaja de perder poder adquisitivo”, señaló.