Un reciente cambio en la reglamentación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) amplió el universo de beneficiarios habilitados para cobrar este ingreso. La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) confirmó que, además de madres y padres, también pueden acceder a la AUH los jubilados, abuelos, tíos o tutores legales que acrediten tener a su cargo a un menor de edad. 

La medida busca adecuarse a realidades familiares no tradicionales y garantizar que el dinero llegue efectivamente a quienes ejercen el cuidado diario de los chicos. En agosto, la AUH se cobra con un 1,6% de aumento.

El mecanismo que habilita esta modificación se llama Adenda 63, una disposición técnica que permite el traspaso de la titularidad del beneficio a otra persona adulta cuando los progenitores no están presentes o no cumplen un rol activo en la crianza. De esta manera, un jubilado que cría a su nieto, por ejemplo, puede iniciar el trámite y comenzar a percibir la asignación.

 

¿Por ahora los jubilados pueden tramitar la AUH?

Desde ANSES señalaron que esta actualización responde a situaciones cada vez más frecuentes: niños y adolescentes que no conviven con sus padres y que son criados por otros familiares o referentes adultos. En estos casos, el organismo busca que el ingreso llegue a quien realmente garantiza el acceso a alimentos, educación, salud y vestimenta.

El proceso, sin embargo, no es automático. Para acceder a este derecho, es necesario reunir documentación específica y presentar la solicitud ante ANSES. El primer paso es demostrar identidad, vínculo y convivencia.

 

Documentos necesarios para cobrar la AUH como jubilado
 

Quienes deseen solicitar la AUH como adultos responsables deben presentar:

• DNI del adulto responsable, original y copia.
• DNI del menor y partida de nacimiento, también en original y copia.
• Documentación que acredite convivencia y responsabilidad de cuidado diario, como declaraciones juradas, evaluaciones sociales o informes técnicos.

A diferencia de otros trámites familiares, en este caso no alcanza con ser abuelo o tío. Lo que ANSES exige es acreditar que el menor vive bajo el mismo techo y que la persona adulta asume efectivamente la crianza.

 

Cómo demostrar el cuidado efectivo del menor
 

Una de las claves del trámite es comprobar que el adulto solicitante está al frente del cuidado del menor. Para ello, ANSES requiere documentación respaldatoria, que debe ser emitida por organismos públicos competentes. Entre los papeles necesarios se encuentran:

• Declaración jurada de convivencia y vínculo afectivo. Puede gestionarse en organismos como la SENAF (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia) o áreas provinciales de infancia autorizadas.
• Nota técnica de evaluación, elaborada por personal profesional en trabajo social o psicología, que respalda el pedido y detalla la situación de cuidado.
• Informe de reconversión, documento técnico que justifica el cambio de titularidad de la asignación y acredita que el nuevo solicitante es quien garantiza el bienestar del menor.
• Esta documentación es imprescindible para avanzar con el traspaso. Solo con esos respaldos ANSES puede autorizar el pago a un nuevo titular que no sea el padre o la madre biológica.

 

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Quiénes pueden solicitar la AUH además de los padres
 

El beneficio se extiende a adultos responsables que ejerzan la crianza diaria del menor, aunque no tengan la patria potestad legal. Esto incluye a:

• Jubilados, que tienen a cargo nietos por ausencia de los padres.
• Abuelos y abuelas, que cumplen un rol de cuidado principal.
• Tíos o tías, que convivan con el menor en forma permanente.
• Tutores legales, designados judicialmente o reconocidos por organismos oficiales.

El requisito fundamental no es el vínculo de sangre, sino la realidad del cuidado cotidiano. Según remarcaron desde el organismo, lo que se valora es “quién lo cuida, lo mantiene y lo acompaña en su vida diaria”.

Con este cambio, ANSES intenta asegurar que la Asignación Universal por Hijo llegue a quienes realmente garantizan los derechos de niños y adolescentes, aun en contextos familiares no convencionales.