El equipo económico relativizó las críticas a la suspensión de las retenciones a las exportaciones de granos, que ya fue desactivada tras obtenerse la meta de liquidaciones pretendida, y sostuvo que esa pérdida de ingresos se compensará con más actividad y una mayor recaudación de otros impuestos.

Así lo sostuvo el director del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y asesor ministerial, Martín Vauthier, quien recomendó analizar la situación en “términos dinámicos”, teniendo en cuenta las “secuencias temporales, con los impactos de corto, mediano y largo plazo”.

Vauthier expuso la postura oficial acerca del impacto del decreto 682/2025 en el Seminario de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) que se llevó a cabo en Rosario, junto al titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, y el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, quienes también adelantaron la elaboración de un paquete de medidas para simplificar los trámites de exportación.

 

Objeciones y defensas

 

La vigencia del decreto expiró al comunicarse oficialmente que se había cumplido con el objetivo de alcanzar liquidaciones de exportaciones sin retenciones por USD 7.000 millones, por lo que no será necesario esperar al plazo del 31 de octubre.

La medida fue objetada por diferentes economistas y analistas del mercado de granos, tanto por un costo fiscal que según varias estimaciones se ubica entre los USD 900 millones y los USD 1.600 millones, como por entender que quienes pudieron aprovechar un beneficio de apenas 72 horas fueron las grandes compañías cerealeras y no la mayoría de los productores.

No obstante, Vauthier sostuvo que “esta medida no es un costo, va en el sentido de bajar impuestos, que es lo que venimos haciendo siempre, en la medida que el contexto económico lo permita, porque esa es nuestra prioridad, sacarle la pata de encima del Estado al sector privado”.

 

El funcionario planteó “pensar los impactos de la medida en secuencias temporales, con los impactos de corto, mediano y largo plazo, porque siempre lo pensamos en términos dinámicos, con la medida que va generando la medida tanto en el sector como en otros ámbitos de la economía”.

 

Más actividad económica

 

“En términos directos, creemos que la medida va a generar más actividad económica, más inversión, con más recursos en el interior del país”, agregó, para explicar que la baja de retenciones “moviliza el consumo en los pueblos y en las ciudades, moviliza la inversión en bienes de capital, en maquinaria agrícola, en fertilizantes, en insumos, con un impacto directo inmediato, tanto en actividad como en recaudación”.

Vauthier proyectó los beneficios de la medida en el largo plazo, “porque mayor inversión implica mayor inversión futura, mejores rendimientos y mayores superficies, pero también más exportaciones y más recaudación a futuro por movimiento económico”.

 

En ese sentido, Pazo destacó que en el lapso que duró la suspensión, un productor “necesita un 30% menos de soja para comprar un tractor, una cosechadora o una camioneta que el viernes”, lo que a su juicio redundará en una mayor adquisición de fertilizantes, insumos y tecnología.

Vauthier también puso el acento en que el aumento de la oferta de divisas “refuerza el balance del Banco Central, mejora la confianza y reduce el riesgo país”.

 Eso no es algo que va a pasar, ya lo estamos viendo", enfatizó.

 

Simplificar exportaciones

 

En otro orden, Pazo indicó que en ARCA y otras áreas del Palacio de Hacienda se está trabajando en “un esquema para simplificar las exportaciones desde planta, que esperamos anunciar en breve”.

Si bien no dio precisiones sobre las reformas que se anunciarán, señaló que se está tratando de “aplicar tecnología a todo el sistema exportador y facilitar el esquema aduanero argentino, para hacerlo más sencillo y menos costoso”.

“Somos un gobierno liberal, estamos para hacerle las cosas más sencillas a ustedes”, remarcó Pazo dirigiéndose a los concurrentes al seminario, a quienes les aseguró que se procura que “a cada uno le vaya mejor y pueda ser más próspero en su actividad económica”.

 

En ese marco, Lavigne se refirió a las tareas que se vienen realizando con Brasil para avanzar en “una revisión general del Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, para que refleje un poco más la realidad”, por entender que ese instrumento “quedó muy viejo”.

De todos modos, advirtió que las negociaciones “van a llevar mucho tiempo”.