Para la city, la inflación perforó el 4% durante julio, mes en el que la proyectan en el 3,9%, y seguirá desacelerando durante los próximos meses, al punto de que recién volverá a superar el 4% durante noviembre. Aunque lejos del optimista 1% que resonó en las última jornadas, incluso para diciembre, mes en el que la estacionalidad suele dictar un salto, esperan que haya desaceleración y que el año cierre con un 3,8% que lleve a la interanual de ese mes al 127,4%. Eso sí: la desinflación esperada, que es más profunda que lo que se proyectaba hace un mes, se dará también con un rebote de la actividad más pequeño.

En ese sentido, la city espera que en el tercer trimestre el PBI marque un crecimiento del 0,4% en la comparación con el segundo trimestre. Eso está 0,1 punto por debajo de lo que proyectaba hace un mes. Para el cuarto trimestre prevén un incremento del 0,5% respecto al tercero, es decir 0,3 punto abajo de lo que proyectaban un mes atrás.

Así, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de julio publicado por el BCRA, resultado de una encuesta realizada entre el 29 y el 31 de julio entre 42 consultoras y bancos de la city, encontró en la mediana de las respuestas un renovado optimismo en materia de precios, por parte de los analistas, pero en el marco de una caída de la actividad del 3,7% en 2024.

Con todo, para julio, dato que el Indec publicará en forma oficial el miércoles 14 de agosto, la proyección de la mediana de las respuestas apunta a un incremento de 3,9% en el IPC, lo que implicará, de corroborarse, el logro no solamente de desacelerar la dinámica de precios, aunque en plena recesión, sino también de perforar el 4% mensual, algo que no se observa desde enero del 2022, cuando la inflación fue de, justamente, el 3,9%. Con todo, la nueva proyección estuvo nada menos que 0,9 punto por debajo de lo que esperaban hace un mes.

Y el optimismo de la city no quedó ahí: además las consultoras y bancos proyectaron que la desaceleración inflacionaria continuará, aunque con un ritmo mucho más cansino, que incluso podrá ser leído como una meseta, durante agosto. En ese sentido, esperan que la inflación sea del 3,8% mensual, también 0,9 punto debajo de lo que esperaban hace un mes. Y más aún: proyectaron que en septiembre continúe esa misma dinámica, con un nuevo IPC del 3,7% mensual. Octubre, a priori, al menos en la expectativa de la city, tampoco irá muy lejos de esa lógica y el aumento de los precios según la mediana de las respuestas será del 3,8%.

Recién en noviembre la inflación, siempre según las proyecciones, volverá nuevamente a empezar con un cuatro, nivel del que no baja desde inicios del 2022, y efectivamente será del 4%. Pero no durará mucho tiempo ya que novedosamente, pese a la estacionalidad que marca una típica aceleración de la inflación durante diciembre, el último mes del año se proyecta con un nuevo 3,8% que llevará a una interanual de 127,4%, unos 10,7 puntos debajo de lo que se esperaba un mes atrás.

De lograrse, se tratará todavía de un nivel altísimo, incluso por arriba del 94,8% de diciembre del 2022, pero bien por debajo del 211,4% del mismo mes del 2023, en buena forma motorizado por el 25,5% con el que desembarcó el presidente Javier Milei, tras la suba del dólar del 118%.

Todas estas inflaciones mensuales proyectadas están muy por debajo de lo que imaginaban las consultoras un mes atrás. Es decir: hubo una mejora en el optimismo en materia de precios. De hecho, mientras que ahora esperan un 3,9%.