Pese al RIGI, la inversión productiva terminó el 2024 con caída del 17%

Por el fin de la sequía, que generó un repunte del 23% en la exportación, el PBI cayó “apenas” 1,7%, bien por debajo de las peores proyecciones de la previa. La inversión productiva perdió participación en el PBI

mcortiz

La inversión productiva y el consumo privado terminaron la totalidad del 2024 con sendas caídas del 17,4% y el 4,2% interanual, respectivamente, aunque también mostraron recuperaciones parciales en el último trimestre del año. Con todo, el rebote del 23,2% de la exportaciones, de la mano de la recuperación del agro posterior a la sequía histórica del 2023, traccionó fuerte a la actividad económica y eso moderó la baja del PBI durante el año pasado, que cerró en una caída del 1,7% bastante más leve que la se llegó a proyectar en el pico del ajuste.

De esa forma, el indicador clave de la demanda agregada desde el punto de vista del programa económico actual, que vía ajuste fiscal y cambiario recortó principalmente los ingresos de los hogares, con jubilaciones y salarios que perdieron más que la ganancia empresaria, terminó el año con una contracción fuerte y del 17,4%. La inversión es clave para las perspectivas futuras de crecimiento económico, ya que mejora las capacidades productivas del sector privado.

Así, pese a la llegada del RIGI, y a causa justamente de la baja del consumo que le bajó la demanda interna al sector empresario, la inversión productiva perdió relevancia en la economía local durante el 2024: su participación sobre el total del PBI cayó desde el 18,6% en 2023 hasta el 15,8% durante el año pasado. El consumo privado, en cambio, ganó relevancia y, pese a caer un 4,2% en 2024, pasó de una participación del 65,9% en 2023 a una del 68,1% el año pasado.

El investigador de Fundus Hernán Herrera afirmó: "El PBI cayó sólo 1,7% en 2024 porque las exportaciones, producto de comparar contra un 2023 con sequía subieron 23,2%. Las inversiones, del modelo de Milei que siempre habló que iban a crecer, cayeron 17,4%. El país es más chico que en 2023. Y 2025 a este paso no traerá nada".

La baja del PBI de 1,7% fue menor a la esperada hacia principios del 2024, cuando el ajuste cambiario y fiscal estaba en su momento pico, con los salarios en su momento de mayor caída, a niveles que hoy no se llegaron a recuperar. En junio del año pasado el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que realiza el BCRA a través de una encuesta entre consultoras y bancos de la city, había llegado a prever una contracción del 3,8% en el PBI.

Las proyecciones para el 2025 no son del todo malas. Según el REM la economía crecerá un 4,8% interanual, siempre y cuando no haya imprevistos por el lado cambiario, escenario que ganó algo de relevancia en la última semana, con la reversión del esquema de carry trade por la falta de letra conocida respecto al acuerdo con el FMI y la presunción de los mercados de que se interrumpirá el crawling peg al 1% mensual. El arrastre estadístico del 2024 fue del 3,2%. Es decir: incluso si el mes a mes dejara un crecimiento del 0%, el PBI crecerá 3,2% en el año, solo por el efecto numérico de comparar promedios anuales.

En el cuarto trimestre del 2024, ambos, la inversión y el consumo, mostraron un nuevo trimestre de recuperación: crecieron 11,3% y 3,2% trimestral desestacionalizado. Y, así, ya van dos trimestres consecutivos de recuperación, tras el desplome del primer semestre, provocado por la devaluación de diciembre del 2023.

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