Por las Leliq y el rojo fiscal, julio fue el mes de más emisión del año
La base monetaria dio un salto de 8,6% nominal durante julio, lo que implicó un salto real de 1,5%. La principal explicación fueron los intereses de los pasivos remunerados pagados a los bancos, que saltaron 157% real por la alta tasa y por un stock creciente que ya superó los $17 billones. Pero en julio también se disparó la asistencia al fisco
Julio terminó con un incremento de la emisión y van tres meses con resultado similar: esta vez creció 8,6%, bien por encima de la inflación proyectada en torno al 7%. Eso ocurrió a causa de, principalmente, los intereses que van generando las Leliq, el instrumento de esterilización del BCRA que, por cierto, no para de crecer y volvió a superar el billón de pesos en un solo mes, a partir de una tasa de interés de 154,9% efectiva anual, un stock de pasivos remunerados que acaba de superar los $17 billones y la necesidad de retirar billetes del mercado. No se quedó demasiado atrás la maquinita: los pesos que emitió el Central para financiar el déficit del Gobierno.
La base monetaria mostró un crecimiento de $506.961 millones durante julio, lo que implicó un aumento del 8,6% nominal y de 1,5% real si se toma como válida la proyección en torno a 7% que están publicando las consultoras respecto a la inflación del mes pasado. El dato más apabullante sigue siendo la emisión generada por unos pasivos remunerados que no dejan de crecer, al calor de una retroalimentación de las necesidades de esterilizar los pesos que generan los propios pagos de sus interés, con un stock que al finalizar el mes superó los $17 billones, y con una tasa de interés de casi 155%.
En el trimestre mayo-junio-julio, la dinámica promedio superó el billón de pesos de emisión mensual en esa ventanilla: a los bancos se les pagó un promedio de $1.077.000 millones al mes. En julio, en particular, la cuenta llegó hasta los $1.153.813 millones, en lo que se conoce como la bola de las Leliq: los propios intereses van alimentando el aumento del stock, con una mayor necesidad de seguir esterilizando.
El incremento de esa canilla de la emisión fue notable a lo largo del año. Una comparación contra el mismo período del año pasado muestra una suba extraordinaria del 437,7% nominal, ya que en 2023 los intereses sumaron más de $6 billones y entre enero y julio del 2022 $1,1 billones. Una sencilla comparación contra la inflación promedio entre ambos períodos, que trepó hasta el 109,1% interanual muestra que la suba real de la emisión monetaria vía pago a los bancos por los pasivos remunerados fue de 157,1%. Ahí se ve también el efecto de la suba de tasas, ya que el salto fuerte se dio en ese trimestre: a fines de abril era de 119,4% y a mediados mayo saltó al actual 154,9%
Pero la otra gran diferencia en los últimos tres meses la marcó la emisión para financiar el déficit fiscal. En mayo-junio-julio el BCRA le envió, primero vía Adelantos transitorios y después a través de Transferencias de utilidades un total de $1,7 billones. En julio fueron $590.000 millones. A la ya álgida cuenta de los intereses se le sumó una nueva fuente de presiones monetarias. Eso sin contar la compra de instrumentos del Tesoro por parte del Central, para luego ingresar a los canjes de deuda en pesos organizados por la Secretaría de Finanzas.