No hay demasiada coincidencia entre el optimismo oficial y la cautela de los privados. Desde la UIA destacan que en agosto la contracción del sector industrial fue superior a la medida por el Indec: cayó 4,7% según el Centro de Estudios de la central manufacturera, mientras que según el instituto estadístico oficial la baja fue de 0,9%. De cara a septiembre, según el Ministerio de Desarrollo Productivo la actividad cobró nuevo impulso pero entre analistas e industriales eso está en duda.

De hecho, consultados por BAE Negocios, empresarios de la UIA afirmaron que en la diaria no se verifica un impulso renovado en septiembre o en octubre y sostienen que la situación continúa "muy complicada".

Desde el Gobierno insisten desde hace algunos meses en que la industria ya recuperó e incluso superó los niveles de actividad de la prepandemia. Ahí hay algunas discrepancias. Desde el Centro de Estudios para la Producción (CEP-XXI), que pertenece a Desarrollo Productivo, en informes de agosto y septiembre, vienen afirmando en forma repetida que la industria alcanzó los niveles previos al ingreso en cuarentena. Esos datos fueron reproducidos incluso por el presidente Alberto Fernández en distintas declaraciones a la prensa.

El informe de agosto del CEP XXI sostuvo, con datos de hasta fines de julio: "La actividad industrial repuntó nuevamente a partir del 20 de julio. En las últimas dos semanas, habría vuelto a los niveles prepandemia (incluso con una expansión del 2,5% interanual)". En septiembre reiteró, con datos hasta fines de agosto: "Los primeros datos productivos de agosto sugieren una nueva mejora en el nivel de actividad. La actividad industrial, medida con base en el consumo de energía que releva CAMMESA, aceleró su crecimiento. La industria manufacturera está operando en niveles similares a los de la prepandemia". 

Para la UIA, en cambio, en agosto la producción industrial terminó 8% por debajo de febrero. De ahí que haya dudas respecto al optimismo oficial acerca de un nuevo impulso al crecimiento en septiembre. En ese sentido, el director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, detalló: "Hay que tener cuidado con los primeros datos de septiembre. La producción de autos crecía en 2015, en pleno cepo, porque comprarse un auto tiene olor a ahorro en dólares. Al manejarse con el oficial, están baratos y generan la expectativa de que van a subir, lo mismo pasa con los electrodomésticos. En agosto la venta de autos subió en forma desestacionalizada, igual que los despachos de cemento, y sin embargo la industria y la construcción cayeron 1% cada una".

Un dato no oficial le dio credibilidad a la expectativa oficial acerca de un impulso al crecimiento en septiembre: según el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA), el consumo creció 6,7% respecto a los niveles de agosto y quedó apenas 2,6% por debajo de los niveles de febrero. El dato es clave: en adelante, la demanda de los hogares será la que podrá traccionar a la oferta.