Reservas: el Central recuperó un 25% de lo perdido en la corrida
El ritmo de compra de divisas de diciembre y lo que va de enero superó las expectativas oficiales. El equipo económico monitoreará la dinámica de un febrero más exigente a la espera de la cosecha gruesa. Analizan una suba de tasas pero la definición sería a fines de enero
Apalancado en una mayor liquidación del agro por los precios récord de los commodities, el supercepo y en una tregua de las presiones devaluatorias, el Banco Central pudo recuperar desde comienzos de diciembre una cuarta parte de las reservas perdidas durante los cuatro meses previos, el momento más álgido de la corrida. Si bien influyó la estacionalidad más favorable de año, el resultado conseguido superó las expectativas de la entidad, que ahora monitoreará la evolución de las próximas semanas a la espera de un febrero siempre más complicado. Mientras, el equipo económico analiza una posible suba de la tasa de interés en pesos.
En diciembre, el BCRA compró en términos netos USD608 millones producto de su intervención en el mercado cambiario, según datos publicados por la propia autoridad monetaria. En los primeros 13 días de enero (último dato oficial disponible), adquirió otros USD323 millones. Aunque, de acuerdo con fuentes privadas, en las siguientes tres ruedas hubo compras por alrededor de USD175 millones más.
Así, en poco más de un mes y medio, las compras oficiales en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) rondaron los USD1.100 millones y permitieron que las reservas brutas (hoy ubicadas en USD39.811 millones) recuperen USD1.159 millones, un 25% de lo que habían perdido entre agosto y noviembre. Descontados swaps y préstamos, distintas estimaciones privadas ubican las tenencias netas en torno a los USD5.000 millones, un nivel todavía muy bajo.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, reiteró en varias oportunidades que uno de los objetivos centrales para este año será la acumulación de reservas en el marco de su estrategia de estabilización. Considera que será clave para sostener evitar una devaluación brusca en el mediano plazo, para asistir la demanda de divisas de los sectores productivos en el marco del rebote esperado para la actividad económica y para mejorar los indicadores de confianza del mercado en los próximos años de cara a recuperar el acceso al crédito internacional cuando se inicien los vencimientos de capital de la deuda reestructurada, allá por 2024.
Sin euforia, distintas fuentes cercanas al Gabinete económico consultadas por BAE Negocios se mostraron satisfechas con el saldo comprador de los últimos 50 días. Tras un noviembre siempre más difícil en el que hubo una desaceleración de la sangría, esperaban un diciembre más calmo producto de la menor demanda estacional de divisas –pago de aguinaldo y otros gastos en pesos del mes mediante-. Pero las compras superaron las expectativas. Lo propio ocurrió en lo que va de enero, un mes en el que influyeron las liquidaciones de embarques postergados durante las semanas del paro de trabajadores aceiteros.
“Están funcionando muy bien los filtros que puso el BCRA para cortar las prácticas especulativas de importadores que adelantaban compras o de empresas que buscaban reducir sus pasivos en lugar de refinanciarlos”, señalan las fuentes.
Ahora los funcionarios se preparan para semanas más exigentes, en las que podría volver el saldo vendedor ya que típicamente la demanda de dinero cae en febrero. La apuesta es a llegar con aire a fines de marzo o comienzos de abril, cuando ingresarán los dólares de la cosecha gruesa, para a partir de entonces buscar un sendero más sostenido de acumulación de reservas que permita un resultado global positivo en 2021. Un desafío complejo en un contexto aún de fuerte inestabilidad y con una pandemia que sigue marcando el pulso de la crisis.
¿Qué pasará con la tasa de plazo fijo?Los retoques en la política cambiaria se sostienen. Los más recientes fueron las trabas a la importación de unos 70 bienes suntuarios y finales dictadas por el Central y la baja del parking a un día para el dólar MEP y el límite de ventas semanales de 100.000 para el CCL con liquidación vía cable.
Pero de cara a febrero y tras la aceleración inflacionaria de diciembre que dejó un punto por debajo el rendimiento mensual de los plazos fijos (4% de IPC contra 3,08% de los depósitos), otra pregunta que se abre es qué hará el BCRA con la tasa de interés pesos. El tipo de interés negativo en términos reales, que arrastra cuatro meses consecutivos, puede sumar estímulos a los ahorristas a acudir a los dólares financieros.
Fuentes al tanto de los debates le adelantaron a este diario que el Gobierno estudia un posible suba de la tasa aunque esperará a ver la tendencia de enero, ante la expectativa oficial de que la inflación será más baja que el 4% de diciembre. En el equipo económico aseguran que la intención es tener tasas positivas pero que no quieren moverse al compás de los vaivenes de corto plazo. En coordinación con Economía, la definición pasará por el Directorio del Central, probablemente la última semana de este mes.
La última suba de la tasa se dio a mediados de noviembre, cuando la entidad que preside Miguel Pesce elevó el rendimiento mínimo para los plazos fijos minoristas del 34 al 37% nominal anual y llevó la tasa de política monetaria del 36 al 38%.