Pese a una caída del 6% en los precios de los productos que Argentina le vende al mundo, las cantidades exportadas crecieron 12,2% en 2019 impulsada por un salto del 33,2% interanual en los envíos de productos primarios, en un año de cosecha récord que comparó contra un 2018 marcado por la sequía. La única mancha en el buen rendimiento exportador fue la de las manufacturas de origen industrial (MOI), que cayeron 4,5%. El resultado fue una avance primarizador: el sector fabril perdió casi 4 puntos de participación en el total de las cantidades vendidas al exterior y su peso se hundió por debajo del 30%.

Los datos surgen del informe de precios y cantidades del comercio exterior del cuarto trimestre, que publicó ayer el Indec y completó el panorama comercial del año pasado. En ese período, los precios de las exportaciones bajaron 2,7% interanual y las cantidades treparon 9,7%. Al mismo tiempo, los precios de las importaciones cedieron 7,6% contra el período octubre-diciembre de 2018, sin embargo, la profunda recesión hizo que el volumen de bienes ingresadas se desplomen 13,5%.

La cosecha récord y el impacto de la devaluación, que compensó en parte la caída de los precios con mayor competitividad, hizo que las ventas al exterior acumularan un crecimiento en términos de valor del 5,4%, gracias al aumento del 12,2% en las cantidades enviadas. La tónica fue el avance de las exportaciones directamente primarias o ligadas al agro en detrimento de una industria en plena crisis.

Las divisas ingresadas vía exportaciones de MOI mostraron un marcado descenso del 6,8% interanual, en sintonía con un sector fabril asfixiado por la caída del consumo, en el marco de un desplome del poder adquisitivo, y el muy elevado costo de financiamiento que generó la política de ajuste monetario desplegada por Cambiemos. La caída en términos de valor se explica por un retroceso del 2,4% en los precios y del 4,5% en las cantidades.

Dentro de los envíos industriales, se destacó el desplome interanual de los subrubros de productos plásticos (22,1%); del material de transporte terrestre, donde se destaca el sector automotor (12,9%); y de los productos químicos (11%), en todos los casos medidos en valor.

En consecuencia, del total exportado en 2019 las MOI representaron apenas el 29,5%, lo que significó un declive de 3,9 puntos contra el 33,4% del año previo. Las MOA también perdieron participación al pasar del 37,1% en 2018 al 36,8% en el último período, al igual que los combustibles, que disminuyeron del 6,8% al 6,7. En lo que representó un salto primarizador, las ventas de materias primas pasaron de significar el 22,7% de los envíos al 26,9%.

Es que las ventas de productos primarios se expandieron 25,1% en valor y 33,2% en cantidades, mientras su precio retrocedió 6,1% contra 2018. El contraste con la sequía de aquel año se evidenció en el salto del 164,9% en las cantidades exportadas de semillas y frutos oleaginosos, que fue el subrubro que más creció.

También tuvieron un buen desempeño las manufacturas de origen agropecuario (MOA): pese a una fuerte caída del 8,5% interanual en los precios, el avance del 14,3% en las cantidades enviadas dejó una mejora del 4,5% en valor. Lo propio ocurrió con los combustibles y la energía que, producto de una merma del 7,6% en el precio internacional y un avance del 12,7% en el volumen vendido, sumaron 4,1% en valor.